En un intento desesperado por contener la crisis política del socialismo chileno y cuando su popularidad está en un 29% y el rechazo a su gestión ha alcanzado un récord histórico de un 64%, la presidente chilena ha tomado una decisión política drástica: ha solicitado la renuncia a todo su gabinete.

La crisis política desatada gira en torno al escándalo de corrupción protagonizado por el hijo de Bachelet, Sebastián Davalos, en un caso de nepotismo que involucra cifras millonarias gestionadas a través de negociados propios del tráfico de influencias, conocido como Caso Caval, que ha quedado totalmente impune.

Para colmo de males los distintos escándalos relacionados al  financiamiento irregular de campañas que involucraban a ministros y parlamentarios cercanos a Bachelet, complicaron aún más el panorama.

La idea de deshacerse de todo su gabinete fue comunicada de manera totalmente irregular. Bachelet lo anunció durante un programa de televisión conducido a por Mario Kreutzberger (más conocido como Don Francisco en su ciclo Sábado Gigante) donde normalmente se tocan temas de farándula y entretenimiento: “Hace unas horas le pedí la renuncia a todos los ministros y me voy a dar 72 horas para tomar la decisión de quienes se quedan y quienes se van”, aseguró la mandataria.

¿Será esta la manera en que los nuevos populistas han decidido comunicarse con la gente? Ni siquiera sus ministros sabían sobre la polémica medida de la presidente. Resulta importante destacar que el plazo propuesto ya ha transcurrido y aun no hay noticia alguna del nuevo gabinete.

En medio de una situación de total incendio político para el socialismo bacheletista, la presidente pretende modificar la constitución de Chile a su antojo, al mejor estilo de Hugo Chávez en Venezuela, Rafael Correa de Ecuador y Evo Morales de Bolivia. Contando con el 64% de rechazo por parte de los chilenos, Bachelet debería tener claramente otras prioridades y por sobre todas las cosas darse cuenta que le falta legitimidad para modificar la carta magna.

¿Se viene un fracaso enorme al estilo de Allende? Muchos analistas ya hablan de esa posibilidad. Si Bachelet busca dar un fuerte golpe de efecto debería empezar por dar el ejemplo y llevar de la oreja a su propio hijo a la justicia.

Fuente: HACER