La multitud iba llenando la plaza de Mayo, todos querían ver y saludar a Mauricio Macri. Algunos abandonaban sus oficinas un rato, no querían perderse ese momento histórico. Y se sentía otro aire soplar sobre el rostro de la gente. No estaban obligados, no eran acarreados en micro, ni había choripanes, ni  gaseosa, ni nada. Se sentían ciudadanos de nuevo. El orgullo colmaba sus pechos y la emoción brotaba en sus ojos, todo era algarabía.

Cerca del mediodía y escoltado por 300 granaderos,  Macri se iba acercando al Congreso  de la Nación vivado por la muchedumbre. El viento agitaba las banderas que colmaban las calles y avenidas saludando al que minutos más tarde juraría y recibiría los atributos de mando.

El mensaje de Macri fue de unión, de pedir el aporte de todos, sean de la derecha y de izquierda, peronistas o no, de dejar de lado los personalismos, y de abrirse al diálogo.  Hizo hincapié que su gobierno caminará en la senda de la verdad, ya que “la política no es un escenario para mentir a la gente con datos falsos, hay que reconocer los problemas para que juntos encontremos las mejores soluciones”. Una luz frente a lo opuesto que por más de una década constituyó la permanente presencia del obscuro mensaje oficial. Nuevas voces colman las instituciones para despertar a la Argentina de un profundo letargo donde quedó hundida la República que hoy, vuelve a brillar.

El sueño se ha cumplido y una “etapa maravillosa”  se vislumbra, mientras la esperanza llena los balcones de la Nación. “Gracias” fue la palabra que más se oyó, un eco que se expandió desde La Rosada, donde la confianza encontró  terreno fértil entre los que deseamos vivir mejor.

Durante el discurso que duró 27 minutos, Macri se apoyó con fuerza sobre sus tres proyecciones que serán la lucha central durante su gestión: la “pobreza cero, la derrota del narcotráfico y la reunificación de los argentinos”. Mientras que el pilar fundamental será “liderar una revolución en la educación pública”.

Y algo que todos esperábamos saber ¿qué pasará con los corruptos que nos gobernaron por más de una década? Y la sonrisa y los aplausos se mezclaron con las palabras del Presidente cuando dijo: “Este Gobierno va a combatir la corrupción. Los bienes públicos pertenecen al conjunto de los ciudadanos, y es inaceptable que un funcionario se apropie de ellos en beneficio propio. Voy a ser implacable con todos aquellos que de cualquier partido o filiación política dejen de cumplir lo que señala la ley. No habrá tolerancia con esa práctica abusiva”. Aunque el repudio social ya marcó terreno, y claramente ya no podrán caminar por la calle sin ser señalados e insultados. Justamente anoche, mientras la gente se juntaba frente al edificio donde vive Macri, para saludarlo,  la ex presidente intentaba llegar a  su nueva casa, ubicada en calle Juncal casi Uruguay del Barrio de  Recoleta, en un Audi blanco; cuando los vecinos la vieron,  la expulsaron del lugar al grito de “chorra”. (Ver vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=f58ABt5-xwU).

La justicia ya no estará ciega en el nuevo gobierno, no habrá “jueces macristas” o “militantes”, simplemente habrá jueces y fiscales cumpliendo su rol, como debe ser en una verdadera república.

Argentina tendrá otro diálogo con Latinoamérica, esa misma latinoamérica que vino a estrechar la mano del nuevo presidente, desde  Bolivia con Evo Morales, desde Brasil con  Dilma Rousseff, desde Chile con Michelle Bachelet, desde Colombia con Juan Manuel Santos, desde Ecuador con Rafael Correa, desde Paraguay con Horacio Cartes, desde Perú con Ollanta Humala y desde Uruguay con Tabaré Vázquez. El único ausente fue Nicolás Maduro que debe estar tratando de reponerse de la derrota electoral del pasado 6 de diciembre.

También estuvieron el secretario de Transporte de los Estados Unidos, Anthony Foxx, el presidente de Serbia, Tomislav Nikolic, el ex rey de España, Juan Carlos, el ex presidente de Alemania, Christian Wulff, los vicepresidentes de Costa Rica, Ana Helena Chacón Echeverría, y de El Salvador, Óscar Ortiz, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, de  China  el vicepresidente del comité permanente de la Asamblea Popular Nacional, Ji Bingxuan, de Rusia el jefe del Consejo de la Seguridad de la Federación de Rusia, Nikolai Patrushev, de México su canciller, Claudia Ruiz Massieu Salinas, al igual que de República Dominicana, Andrés Navarro García; y Argelia, Ramtane Lamamra. Y los ministros y viceministros de Suecia, de Israel, de Italia, de Panamá, de Finlandia, de Georgia y de la República Checa.

Hoy nuestro país se comienza a mostrar abierto al mundo y el mundo recibe a esta nueva Argentina con muchas expectativas.  Nosotros mientras tanto esperamos que Mauricio Macri haga lo que tenga que hacer, por el bien de todos, es hora de una nueva Argentina, abierta, de trabajo y competitividad.

* Por María Celsa Rodríguez, informe especial para HACER.

Fuente: HACER