El Presidente electo Luis Guillermo Solís, quien recibe oficialmente su cargo este 8 de mayo, tiene el reto de conducir este país hacia el progreso y el desarrollo y no retroceder.
Independientemente de cuáles sean los ideales del nuevo Presidente, tiene grandes retos que dependen de su capacidad de liderazgo para con su gabinete y su tarea de velar por el bien de los costarricenses más allá de la ideología que lo envuelve; esto porque la única manera de que este país avance es aplicando políticas liberales en su mandato; el Estado costarricense no tolera ni una sola medida de izquierda más en materia de políticas públicas.
Nuestro país enfrenta problemas urgentes que requieren solución, este país se ha caracterizado por estar lleno de burócratas y esto ha llevado a que estemos en la posición 102 de un total de 189 economías consideradas en el Doing Bussines Report 2014,donde se consideran las regulaciones para la actividad empresarial, tomando en cuenta que cada nuevo trámite influye el tiempo y los costos. Uno de los principales temas de competitividad sin duda, es la facilidad para hacer negocios, por ende para mejorar en esta área se requiere atacar la tramitología y burocracia, reducir las regulaciones, impulsar una ventanilla única, la simplificación administrativa, seguridad jurídica y el establecimiento de un Gobierno Digital en la mayor cantidad de instituciones públicas que sea posible.
En este campo es de suma importancia poner en aplicación la Ley #8220, sobre la protección al ciudadano del exceso de requisitos y trámites administrativos que se aprobó durante el período 1998-2002 y fue propuesta por el exdiputado y actual diputado electo Otto Guevara, así como la Ley # 8279 del Sistema para la Calidad aprobada durante el mismo Gobierno, que aún no han puesto en práctica nuestros Gobiernos.
En materia de infraestructura, es una de las principales áreas señaladas como deficientes; Costa Rica se encuentra en la posición 97 de 148 países en el Ranking de Competitividad Global delForo Económico Mundial 2013-2014, ya que tanto a nivel nacional como internacional es un gran obstáculo para el desarrollo del país. Empezando porque debido a este problema se generan gastos logísticos indebidos, congestionamiento vial y se evita el buen funcionamiento de los controles judiciales, entre otras cosas.
Se debe mejorar en el ámbito portuario concretando la construcción concesionada a APM Terminals en Moín, que ha sido obstaculizada por el sindicato de Japdeva con una excusa ambiental. Este megapuerto permitirá facilitar el comercio internacional y creará nuevos empleos en la zona de Limón; ya se han aumentado los costos que inicialmente requería la inversión por la paralización a la espera de los permisos ambientales.
Con respecto a la infraestructura vial, es urgente finalizar la Carretera San José-San Ramón, la Rotonda Garantías Sociales, la Ruta 32 y Circunvalación Norte, todas principalmente para reducir el congestionamiento vial; revisando y mejorando la contratación de concesiones, fideicomisos en infraestructura, la Ley #7495 (Ley de Expropiaciones), así como cumplir con una de las propuestas de campaña de implementar trenes eléctricos.
En materia económica, se requiere lograr estabilidad, en la cual el nivel de endeudamiento en relación al PIB no sobrepase el 40%; el año pasado sobrepasó este monto cerrando con un 59% del endeudamiento y un 5,4% del PIB de déficit fiscal.
Por esto una de las medidas necesarias es reducir el gasto del Gobierno desde distintos presupuestos, eliminando subsidios, siendo austero en la contratación de consultoría y las compras públicas, limitar la deuda pública por mandato constitucional, ya que es inaceptable que el gasto público del Gobierno saliente haya sido de un 16, 89% del PIB.
No se tienen datos precisos del tamaño de la planilla Estatal. Según datos del Ministerio de Trabajo los empleados públicos ganan entre un 23% y un 50% más que los del sector privado y lo correcto es no ceder ante más pedidos de aumento si se quiere tener control y eficiencia en el gasto. Entre las alternativas idóneas está la creación de una ley de empleo público respetando derechos adquiridos y un salario único para la Administración Pública.
Se requiere además sostenibilidad fiscal y uno de los puntos es la evasión de impuestos, Costa Rica está en el puesto 186 en facilidad para pagar impuestos, por lo que hasta pagar impuestos genera dificultades y es urgente que este deje de ser un trámite engorroso. El Gobierno entrante debe de ir en busca de una nueva política impositiva, los impuestos tienen efectos recesivos en el corto y mediano plazo y no debe aumentar la carga tributaria, ya que esto puede asfixiar al sector productivo y la inversión, pero sí debe hacer una mejor recaudación fiscal.
El país debe incentivar al sector productivo, ya que de ello depende el presupuesto Estatal y avalar un sistema fiscal orientando al crecimiento y no lesionando la actividad empresarial y laboral. Entre las leyes en que se debe enfatizar está la Ley #8262 para el fortalecimiento de las PYMES, como una manera de fomentar el emprendedurismo y el dinamismo económico por medio de encadenamientos productivos, así como la promoción de la iniciativa privada.
Por otro lado, la Ley #8056 para las negociaciones comerciales y la administración de los tratados de libre comercio, acuerdos e instrumentos del comercio exterior, es vital para satisfacer las necesidades del consumidor y tener variedad en el comercio, así como mejorar el aprovechamiento de las oportunidades que nos brindan estas relaciones comerciales con el mundo. Un aspecto importante es que en su artículo 2 dicha ley establece: “Decláranse de interés público los procesos de negociación comercial mediante los cuales el país procura facilitar su inserción en los mercados del comercio internacional”, indispensable para evitar el llamado “spaguetti bowl”en el comercio del país.
Por último garantizar la estabilidad monetaria, controlar la inflación, la volatilidad del tipo de cambio; se puede considerar la eliminación del sistema de bandas cambiarias del dólar y permitiría la libre flotación del precio de la divisa, salvaguardando que las exportaciones, importaciones, la entrada y salida de capitales extranjeros y los ingresos por turismo no estén afectadas, sino más bien sean los que determinen el tipo de cambio y así el comercio, el turismo y el sector productivo puedan mantener una economía saludable. Se debe evitar a toda costa que sigamos hacia un efecto crowding out en la economía.
El país tiene dos opciones: el desarrollo o el subdesarrollo, los costarricenses merecemos un país lleno de oportunidades y una alta calidad de vida.
* Mariela Palma Cambronero es Adm. Aduanera y Comercio Exterior de la Universidad de Costa Rica.
Fuente: HACER
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