Todos los servicios Avant (media distancia de Renfe) y todos los trayectos cubiertos por FEVE se mantendrán. El Gobierno ha anunciado este viernes un plan de racionalización que supondrá un ahorro de 10 millones de euros (una parte ínfima de las pérdidas). Eso sí, este programa no implicará el cierre de ninguna línea. A pesar de los costes, todas se mantendrán abiertas. Es más, un buen número de ellas serán declaradas Obligación de Servicio Público (OSP).

Así lo ha explicado Ana Pastor, ministra de Fomento, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. En su opinión, “el criterio fundamental e irrenunciable del Ministerio es garantizar el derecho a la movilidad” de todos los españoles, “vivan donde vivan”. En realidad, todos los ciudadanos tienen “derecho a la movilidad”. Lo que hace hoy el Gobierno es certificar que subvencionará líneas de tren que son muy deficitarias, en base a un criterio de “rentabilidad social” que opone a la “rentabilidad económica”.

Por ejemplo, en lo que hace referencia a las líneas Avant, Fomento asegura que “son trenes que se caracterizan por una importante demanda de viajeros recurrentes”. Una alta demanda que no sólo alcanza para un aprovechamiento medio del 46,5% y un nivel de cobertura de costes medio del 64,7%. Es decir, que cada año estos trayectos tienen unas pérdidas del 35% que tendrán que seguir siendo cubiertas por los contribuyentes.

La principal novedad es que habrá trayectos en los que los Avant serán sustituidos por los AVE, pero con las tarifas antiguas. En concreto, hablamos de la línea Zaragoza – Calatayud y de la línea Jaén – Cádiz. El ahorro anual previsto en total en todas estas líneas es de 4,6 millones de euros.

En FEVE también habrá cambios. Estos servicios ferroviarios de vía estrecha, que el actual Gobierno integró en Renfe Operadora y Adif el año pasado, tienen unos números aún peores que los Avant. Según las cifras que ha dado este viernes Pastos, tiene “una cobertura económica media del 19% en cercanías y del 10% en regionales” Vamos, que hay trayectos con unas pérdidas del 90%. Y a pesar de todo Fomento ha asegurado la continuidad de las líneas. En este caso, el ahorro es de 4,7 millones, en un organismo que para 2012 tenía previstas unas pérdidas de más de 125 millones. Es decir, que el nuevo plan no cubre ni siquiera el 4% de los números rojos anuales.

Para la ministra, “se trata de servicios de gran relevancia para la vertebración territorial”, con un elevado número de viajeros al año. De nuevo, esa gran relevancia no se traduce en beneficios. Fueron utilizados por 9,5 millones de viajeros (9 millones en cercanías y cerca de 0,5 millones en servicios regionales). La justificación está en que “en la mayoría de los recorridos es difícil garantizar una oferta alternativa por carretera utilizando modos de transporte alternativos (autobús), debido a la complicada orografía del terreno y a las dificultades climatológicas”.

Fuente: Libre Mercado (España)