Apenas perdió Santos la primera ronda apareció alias ‘Timochenko’ acusándolo de traicionar el diálogo de paz dizque porque bombardea sus predios. Esta queja es un poderoso espaldarazo electoral para la segunda vuelta, pues Santos perdió por emplearse a fondo en la consigna de la paz y el guerrillero está diciendo que, además de pacifista, es un astuto guerrero. Para la segunda vuelta, Santos necesita del enorme electorado que no ha votado todavía (60%), votante escéptico a su embrujo, pues lo percibe descuidando Colombia debido a su secreta agenda de postulante al Premio Nobel de la Paz. Pero ‘Timochenko’ le regala el slogan exacto: “Santos negocia la paz mientras pelea”. Así puede convencer al votante indiferente a los triggers emotivos. Quedará como un teso ante el elector juicioso que sabe que las FARC han traicionado media docena de procesos de paz y que es una organización delictiva que trabaja para potencias extranjeras. Si ‘Timochenko’ quisiera destruir a Santos, habría dicho simplemente: “Santos cumple”. Sabe que a Zuluaga le da votos si lo ataca y si lo defiende también. O sea, hará el consabido arte del mitómano: silencio con Zuluaga para restarle y ataque a Santos para favorecerle.

¿Pueden (y quieren) las FARC dejar la violencia? Primero, ¿por qué escogerían lo que no conocen, vender autos y rogar votos, si aquello que conocen bien —terrorismo y narcotráfico— los hace poderosos, ricos y famosos? Segundo, saben que la institucionalidad colombiana, excesivamente leguleya en las formas, anteriormente ha hecho ejecutar solapadamente a varios guerrilleros que se rindieron. Entonces, ¿por qué pactar una riesgosa paz? El problema es que el uribismo con Zuluaga les volverá a infligir la derrota militar que Santos tenía que sacramentar. Por su parte, Santos traicionó esta encomienda llevando la negociación a La Habana y teme la cobranza. Cuba es aliada y promotora de las FARC, y sabe que Zuluaga detendrá su avance colonial sobre Venezuela. Zuluaga es un incordio para estos tres poderes, y hasta pueden acordar la paz para que Santos gane y, luego, deshacerla. Para ganar, Zuluaga debe conmover a Colombia con un verdadero discurso patriótico, del que la paz es solo un elemento.

Fuente: Perú 21 (Perú)