En días de mutación de la megacoalición a la megacorrupción te propongo hacer un álbum de los hechos más escandalosos de la última década, que hubieran pasado desapercibidos si los gobernantes de hoy no se hubieran creído el proceso de cambio y la reserva moral de la humanidad. Menciono algunos:

Papelbol.- Se produjo entre el 2007 y 2008, pero explotó recién en 2012. El entonces viceministro Eduardo Peinado compró equipos para Papelbol con un sobreprecio de 7,4 millones de dólares. Peinado solicitó al vicepresidente García, mediante una nota, aprobar la minuta de contrato de compra de la maquinaria. García eludió con nerviosismo responder sobre este caso. El proyecto costó  13.571.010 dólares y nunca funcionó.

Catler.- Estalló el 27 de enero de 2009, ese día mataron a balazos al empresario Jorge O’Connor D’Arlach cuando llevaba una coima de  450 mil dólares en efectivo destinada a Santos Ramírez, presidente de YPFB. La coima era para favorecer a la empresa Catler con un contrato de adquisición de una planta separadora de líquidos por el valor de   86 millones de dólares. El caso terminó con una sentencia de 12 años.

Ostreicher.- El estadounidense Jacob Ostreicher llegó a Bolivia en 2008 a invertir  27 millones de dólares. Pero funcionarios de los ministerios de la Presidencia y Gobierno lo acusaron sin pruebas de legitimación de ganancias ilícitas, le incautaron bienes y lo encarcelaron. Legisladores estadounidenses y el actor de cine  Sean Penn abogaron por él. Ante tanta y vergonzosa corrupción el Gobierno lo dejó escapar. Ostreicher sigue reclamando sus bienes desde Estados Unidos.

Red de extorsión.- El caso Ostreicher destapó la red de extorsión que actuaba desde los ministerios de la Presidencia y Gobierno y exigía entre 5.000 y más de  100 mil dólares a sus víctimas para lograr medidas favorables en los tribunales de justicia.
“Terrorismo” y Marcelo Soza.- El exfiscal Marcelo Soza investigó con respaldo del Gobierno el mal llamado caso terrorismo. Recaudó  4,5 millones de dólares por extorsionar a los involucrados y no imputarlos. Pese a que había audios, videos, pruebas, lo dejaron huir a Brasil, desde donde aseguró que el caso terrorismo fue y es un montaje.

Elefantes blancos.- Para muestra dos botones: Evo Morales inauguró en febrero de 2015 la planta de concentración de minerales de estaño Lucianita en Huanuni. La obra costó  50 millones de dólares y no funciona, se olvidaron del agua. En octubre pasado, el mismo Evo inauguró un moderno aeropuerto en Chimoré (36 millones de dólares), hasta hoy no hay vuelos comerciales.

Patana.- Édgar Patana gobernó durante cinco años El Alto con el apoyo del MAS. Pese a su gestión podrida de corrupción, Evo lo aceptó otra vez como candidato de su partido para las municipales. Lo mandaron recién a San Pedro.

Lino Condori.- El masismo echó a Mario Cossío de la Gobernación de Tarija, acusándolo de corrupto, y entregó el poder a uno de los suyos, Lino Condori, durante cuya gestión, al menos en un tiempo, la prensa chapaca reportó cada 15 días un escándalo de corrupción.Evo Cumple.- El exdirigente campesino del MAS Édgar Sánchez y la expresidenta de Diputados Rebeca Delgado  alertaron que el programa Evo Cumple es otro Fondo Indígena y que por ello hay obras que se caen o quedan inconclusas y nadie dice nada.

Narcocisternas.- Otra vez YPFB. La estatal firmó contratos con el  empresario José Luis Sejas, propietario de la firma CRETA SRL y con dos de sus familiares después de que el primer vehículo de esta compañía fue retenido en Argentina por tráfico de drogas el 14 de febrero de 2014.

Caso Sandy.- La Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) detectó un presunto enriquecimiento ilícito del actual viceministro de Comercio Interno, Óscar Sandy. Sin embargo, éste sigue en su cargo. Una fuente del Ejecutivo señaló que este caso es más grande de lo que parece y el aludido goza de protección de alto nivel. No se entiende cómo el Presidente echa a un ministro por haberse olvidado la llave de un tractor y no a una persona con serios indicios de corrupción.

Otra de YPFB.- En diciembre de 2014 se descubrió un clan de corrupción en YPFB. Ana Belén Camacho reveló, en enero de este año, haberse beneficiado con contratos millonarios autorizados directamente por el extinto presidente de YPFB, Carlos Villegas, con quien además, dijo, mantenía una relación amorosa.

Se me acabó el espacio cuando iba a describir el caso Catering – BoA, la corrupción en tribunales de justicia y municipios y el Fondo Indígena. Completa por favor la lista y difundámosla para evitar que la democracia mute a una cleptocracia.

* Por Andrés Gómez Vela para Página Siete.

Fuente: Página Siete (Bolivia)