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Argentina

#Argentina Prófugos que podrían ayudar a encarcelar a poderosos kirchneristas – por María Celsa Rodríguez

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valija3profugosLuego de tener a todo el país en vilo durante trece días, Martín Lanatta fue capturado en Cayastá, una localidad de la provincia de Santa Fe. Cuando en un primer momento todos los medios informaron que los tres prófugos – Martín y Cristian Lanatta  y Víctor Schillaci – habían sido capturados vivos, el festejo por parte de las autoridades nacionales y del Presidente Macri, quien felicitó  a “todos” por el éxito de la captura, provocó una gran alegría.

Pero luego, al trascender que se había capturado tan solo a Martín Lanatta, el anuncio del primer mandatario terminó transmitiendo poca seriedad, viéndose como una decisión apresurada de su parte. Como administrador de la cosa pública argentina, debió primero haber chequeado todo el procedimiento en distintas fuentes,  y en todo caso, tener a la mano la evidencia material – fotos o vídeos – de la captura de los tres prófugos, antes de salir a hacer declaraciones. Es así como las desprolijidades de la fiscalía santafesina impactaron negativamente en la imagen pública del gobierno nacional. Resulta muy poco feliz que la Ministra de Seguridad haya tenido que salir a declarar públicamente “que le dieron una información falsa para que no se logre el objetivo”, cuando ella debía tener toda la información de lo que pasó antes de confirmar nada a la prensa y al mismísimo presidente. Se asume que la  información oficial en un gobierno serio, es la verdad de lo que ha pasado y cómo ha pasado. Resulta bastante amateur tener que dar la cara explicando que el lamentable error “tiene que ver con estas conexiones y ramificaciones que tiene el delito en las estructuras políticas, judiciales, y de las fuerzas de seguridad”. Esta es precisamente una situación que la administración Macri conocía mucho antes de asumir el reto de administrar nuestro país. La “falsa captura” de los tres prófugos anunciada ayer parece ser una trampa para desestabilizar el país y dañar la imagen del equipo de Macri. Está claro que esta no es la primera trampa, pero está aún más claro que vendrán muchas más.

Con el correr de las horas,  al saberse que el capturado sólo era uno, y mientras  todas las miradas permanecían en la comisaría de Cayastá donde mantenían detenido a Lanatta,  se le daba tiempo a los otros dos prófugos de poner distancia de sus captores y esconder su rastro. El papelón mediático ya había estallado, y dejó al gobierno en una posición de clara debilidad y falta de profesionalismo, tanto de las autoridades intervinientes, como de las fuerzas de seguridad y los medios de prensa que se sumaron a un circo de datos contradictorios y especulaciones sin fundamento.

Durante la persecución, los argentinos vimos miembros de las fuerzas de seguridad portando armas de guerra equipadas con impresionantes miras telescópicas, pero también fuimos testigos de policías en ojotas y bermudas con chalecos antibalas portando armas de un calibre risible. Mientras el sainete continúa, lo ocurrido hasta el momento expone un nudo gordiano de conexiones políticas, judiciales y de las fuerzas de seguridad, que desde las sombras alimentan la impunidad y el delito.

Se dice que  los tres prófugos  “tenían en su poder dos chips y un aparato que le habrían facilitado los mismos efectivos del Servicio Penitenciario Bonaerense que ahora son investigados”. Según Clarín, en un artículo escrito por Nicolás Pizzi, “hay unos veinte llamados en la mira hacia 11 líneas distintas (todavía no está determinado si son once personas). Las identidades de los dueños de esas líneas se mantienen en reserva para no perjudicar la investigación, pero habría familiares y algunos abogados involucrados” [2].

Para fugarse de la cárcel hubo dinero de por medio; es más, en la camioneta que fue robada y ploteada  con inscripciones  de gendarmería, y que luego en la huida se volcó, se pudo ver en una imagen que mostraron en el canal C5N y en América que había una valija con dólares o con dinero según decían otros periodistas. Ahora dicen que no se sabe que contenía la valija. Pero el ex ministro de Cristina Fernández de Kirchner, Aníbal Fernández, desde su cuenta de twitter hizo varias declaraciones al respecto:

“Además, en la camioneta que volcó Lanatta, se hallaron 2 valijas con dinero. El pago de PPT por la nota en el penal?”

“Es imperativo investigar si valijas con dinero en la camioneta provienen de la producción de PPT. #complices”

“Fajos de dólares. Los que cobraron por la entrevista con Lanatta que permitió a Vidal ganar la provincia?”

Los prófugos también portan armas de grueso calibre y armas de guerra, eso nos indica que hubo una ayuda exterior, que alguien directa o indirectamente del gobierno anterior o de algún punto del poder, está colaborando. Se habla de la DDI de Quilmes, se dice que recibieron ayuda de un Jefe de  Inteligencia de la Provincia de Buenos Aires, hombre del entorno de Aníbal Fernández.

Mientras tanto, en medio de la novela armada alrededor de los prófugos, que consumen interminables horas de los canales de televisión donde los periodistas arman conjeturas y afirman cosas que ni siquiera pueden confirmar, Aníbal desde Twitter se suma al espectáculo, y embarra aún más la cancha atacando a los periodista Nicolás Wiñazki y Jorge Lanata diciendo:

“Martin Lanatta fue detenido en el campo de una amiga del periodista Wiñazki, uno de sus entrevistadores en el penal “.

“A esta altura, los delincuentes tienen más vinculaciones con los periodistas Wiñazki y Lanata que las que les inventan conmigo”.

PPTLanattaaEn estos momentos Cristian Lanatta y Victor Schillaci – al igual que el autor intelectual del Triple Crimen de General Rodríguez,  Ibar Pérez Corradi – permanecen prófugos de la Justicia. Pérez Corradi está sindicado por la Embajada de los EEUU por tener nexos directos  con los carteles de la droga mexicana y con laboratorios medicinales de Argentina, y acusa a todos éstos de tener conexión directa con Aníbal Fernández. Fernández fue senador nacional por la provincia de Buenos Aires entre el año 2013 y el 2015, ministro del Interior y ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos entre el año 2002 y el 2011, bajo las órdenes de tres ex presidentes, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner; y el  26 de febrero de 2015, asumió la Jefatura de Gabinete.

Fernández fue candidato a la gobernación de la provincia de Buenos Aires por el Frente para la Victoria, en las últimas elecciones, donde ganó su competidora María Eugenia Vidal. De haber ganado Aníbal, nos preguntamos ¿qué hubiese pasado con los prófugos? ¿Estarían con identidades falsas haciendo “negocios”? ¿O hubieran aparecido muertos en una zanja?

El punto clave de toda esta novela se encuentra en un expediente judicial que se encuentra en manos de la juez federal María Romilda Servini de Cubría en el cual se sigue investigando las implicancias políticas, donde personajes del pulmón del gobierno kirchnerista  tuvieron su rol  en el triple crimen de General Rodríguez. Allí, Martín Lanatta “está condenado por ser partícipe necesario en la muerte de los empresarios farmacéuticos, Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón”. Según Lanatta, él presentó a Forza y a Aníbal Fernández (alias La Morsa) el ahora ex Jefe de Gabinete que en ese entonces era Ministro de Seguridad y Justicia, y quien contribuyó económicamente  a la  campaña de Cristina Fernández de Kirchner del año 2007 [1].

Lanatta conoció a Fernández a través de Andrés Meizner, oriundo de Quilmes quien “estuvo a cargo del Registro Nacional de Armas (RENAR) hasta diciembre de 2011”. Según sus palabras, “era quien recaudaba para Aníbal con los negocios paralelos del RENAR […] habilitaciones por vía paralela para portación de armas, polvorines y portación VIP para quienes tenían “problemas de papeles”.

Según dijo Martín Lanatta en el Programa Periodismo para Todos: “El negocio del tráfico de efedrina se lo terminó quedando Aníbal Fernández con la gente de inteligencia“. Lanatta añadió: “Yo lo voy a presentar a la justicia, voy a aportar el nombre. Un muchacho de inteligencia, mano derecha del ministro (Aníbal Fernández era en ese momento ministro de Seguridad y Justicia), entregaba el producto acá y el que pagaba era otro tipo. Un tipo que, yo he pasado a buscar el dinero ahí. Llevé el dinero desde del departamento del mexicano hacia el domicilio de Aníbal Fernández”.

Pero aquí no solo tenemos que mirar a Fernández, hay otros funcionarios involucrados, porque hay que tener en cuenta que hablamos de tráfico ilegal de efedrina y de armas de fuego, es decir, hablamos de organismos gubernamentales involucrados, aduanas, laboratorios químicos, proveedores, transportadores y puestos fronterizos. Aquí hay mucha gente en las sombras que están involucrados, y con una importante cuota de poder y protagonismo, en una novela donde ya hay demasiados muertos.

Lanatta también dijo en el “Programa Periodismo para Todos” que a cambio de 250.000 dólares Aníbal Fernández aceptó ocuparse de Forza y lo dejó en contacto con “un hombre de inteligencia, un ex SIDE que trabajaba con Aníbal”.

AnibalFernandez¿Pero quién es realmente Aníbal Fernández?

Entre los años 1991 y 1995 Fernández fue intendente de Quilmes, y en 1994 “el juez en lo Correccional y Criminal Ariel González Elicabe lo imputó con los cargos de “falsificación de documento público” y ordenó su captura  por la  causa en la que se investigaba la contratación de un estudio jurídico que  negociaba  deudas  del  municipio con la empresa Aguas Argentinas.

Por ello, igual que los hermanos Lanatta y  de Víctor  Schillaci, Fernández, también fue un prófugo, ya que para evadir el rigor de la Justicia, “se escapó del Palacio Municipal de Quilmes escondido en el baúl del auto”.

Es decir, si miramos el pasado del ex Ministro de Justicia y Seguridad, y ex Jefe de Gabinete  de Cristina Fernández de Kirchner, tenemos que hablar de corrupción, pero también de tráfico de drogas ilegales “ya que la Justicia halló 1/2 kilo de cocaína de mediana pureza, así como una balanza de precisión y elementos para el fraccionamiento […] entre miles de boletas de la Reforma Constitucional de la provincia de Buenos Aires que llevaban inscripta la opción SÍ”, que […] “habían sobrado de la consulta popular que se realizara, a tal efecto, el día 2 de octubre de 1994 […]  y “fueron encontrados en un local llamado Estadio Chico, instalación que supo ser uno de los más famosos lugares donde tocaban bandas de rock, y que en los años 90” estaba en  abandono. “El  “Estadio Chico” hacía 3 años que funcionaba como local partidario de la Liga Federal, grupo político que llevó a Aníbal Fernández a la intendencia de Quilmes en el año 1991”[3]. Todo parece indicar que si hablamos de narcotráfico en la Provincia de Buenos Aires, tenemos que mirar a Aníbal Fernández.

¿Será por eso que siempre se mostró como un acérrimo defensor de la  “despenalización de la tenencia de drogas“? Quizás  él deseaba eso para la Argentina con el objetivo de convertirse  en el empresario más poderoso del negocio de la muerte.

* Informe especial de María Celsa Rodríguez para HACER.

Fuente: HACER

Referencias:

[1] Lanatta, Aníbal, CFK Y El Expediente Que Nadie Conoce

LA SUMA DE TODOS LOS MIEDOS

http://periodicotribuna.com.ar/17201-lanatta-anibal-cfk-y-el-expediente-que-nadie-conoce.html

[2] Investigan más de 20 llamadas para descubrir a los cómplices

http://www.clarin.com/politica/Investigan-llamadas-descubrir-complices_0_1501649889.html

[3] Un Pasado Bien Escondido

ANÍBAL FERNÁNDEZ Y SU RARA INSISTENCIA EN DESPENALIZAR LAS DROGAS

http://periodicotribuna.com.ar/5223-un-pasado-bien-escondido.html

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