Desde las llamas del infierno en que mora el alma ruin de Herodes  se levantaría un lamento porque este monstruo no esté viviendo actualmente en el Ecuador, a menos que se haya reencarnado en uno de los irresponsables o malvados que han permitido la muerte de tantos neonatos, es decir niños recién nacidos víctimas de la indolencia.

Herodes I, irónicamente llamado el Grande, nació en Ascalon por lo que no era judío, sino hijo de un idumeo y de una nabotea que pertenecían a tribus palestinas. Cuando el imperio romano conquista esa región, lo nombran Gobernador de Galilea y en el año 40 a.C. el Senado romano lo nombró como rey de los judíos, por lo que tuvo que establecer un régimen basado en el terror. Su obsesión por mantenerse en un trono que no le pertenecía, lo llevó a ordenar la degollación de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén, para conjurar la profecía según la cual había nacido en aquella ciudad el que habría de ser rey de los judíos (Jesucristo).

En este inicio de la segunda década del siglo XXI –era de Rafael el Alto-,

es que se revela la muerte en el Ecuador de 26 neonatos en el Hospital de Loja, existiendo un informe de la Unidad  de Cuidados Intensivos de Neonatología de dicho hospital, enviado en Enero del presente año a su Director, mediante el cual se le advertía de la alta tasa de morbi-mortalidad registrada desde Noviembre del 2.010. Los diez médicos firmantes pidieron en su carta que se declare esa área en emergencia, lo que no ocurrió.  La información sobre la muerte de los niños en Loja, ubicada geográficamente en la parte sierra-sur del Ecuador, surgió cuando la Fiscalía investigaba la muerte de más de una decena de niños en un hospital de Guayaquil, ciudad ubicada en la costa-centro del país. De ahí en adelante los niños muertos y los escándalos tan evidentes y dolorosos en otros centros de salud requirieron la intervención del Defensor del Pueblo, uno de los excepcionales funcionarios transparentes de este régimen, quien luego de haber visitado 28 hospitales públicos del país declaró ante los medios de comunicación: “Este primer informe nos permite catalogar esta situación como una crisis del sistema de atención hospitalaria en el Ecuador a partir de la situación concreta de salas de neonatología”.

¿Se establecerá el responsable o responsables por la muerte de tantos niños en el Ecuador? Me asiste el beneficio de la duda, por que en el gobierno actual es habitual la impunidad. Al menos, Herodes I quedó marcado por siempre con el repudio universal; por ello los 28 de Diciembre de cada año se lo recuerda como el Día de los Santos Inocentes, por la matanza que ordenó este impostor en Belén, para acabar con todos los niños menores de dos años. Claro que hay algunos que convirtieron a esta fecha aciaga en día para bromas estúpidas, de las cuales participan con sumo agrado los falsos revolucionarios que en ocasiones fungen de redentores.

Fuente: HACER