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Guatemala

Guatemala: El Derecho no se determina con la democracia – por Camilo Peña

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La democracia trae consigo una importancia fecunda para el orden social: la total libertad de la opinión política. Producto del genio griego,  la democracia pretende poner el control del gobierno en las manos de muchos, no de unos pocos.  Es un medio pacífico, el más pacífico probablemente, para determinar y alternar a aquellos que se harán cargo del gobierno.

Pero en estos días se ha sobredimensionado su alcance y su  concepto es ambiguo.  Todos los grupos dicen defender la democracia pero para cada uno de ellos  significa algo distinto.  El alcance de la democracia es en realidad  limitado. Constituye solo un elemento de todos los necesarios para que se logre un orden que respete la vida de las personas, su libertad de organizar su vida como mejor consideren y la facultad de disponer de propiedad para lograr sus fines.

No se puede esperar la pervivencia de la civilización con la democracia por sí sola. Ese, al parecer, ha sido uno de los grandes errores en Guatemala y otros países. Al depositar las esperanzas en la democracia, no se prestaron los esfuerzos suficientes para forjar una verdadera república y un Estado de Derecho. Dejar a la democracia andar sin un Estado de Derecho equivale a dejar a un perro suelto en un parque, causará graves daños porque no se topa con restricciones.   La democracia tampoco puede asegurar que los mejores elementos ocuparán los puestos públicos. Serán varias las ocasiones en las que un pueblo elija gobiernos mediocres y  disfuncionales. Pero la alternativa de la democracia, la dictadura, no resulta deseable.

Desde mediados de la década de 1980 se practica la democracia en Guatemala.  Seis presidentes han sido electos por los ciudadanos, pero el país atraviesa hoy problemas  que se agravan cada vez más ya que un gobierno los hereda al otro. Sí, nuestros presidentes y legisladores han sido electos democráticamente, pero no han atendido la razón de ser del Estado: la seguridad y justicia.  Nuestras instituciones se están erosionando progresivamente. El resultado: alrededor 6,000 asesinatos al año, un 99 por ciento de impunidad y corrupción en la mayoría de órganos del Estado. “Un gobierno que, en lugar de cumplir su función, llegara a su vez a atentar contra la vida, la salud, la libertad y la propiedad privada, sería naturalmente un pésimo gobierno” escribió Ludwig von Mises. Pues un gobierno también puede atentar contra todo eso al no prestar los servicios para los cuales existe.

Las consecuencias que un mal gobierno produce pueden ser reducidas si el sistema jurídico es sólido. Una o varias administraciones pueden ejecutar políticas perniciosas, pero un sistema sólido evitará una vertiginosa decadencia de sus instituciones. La solidez del sistema implica que el Estado pueda hacer uso de la fuerza, con arreglo a Derecho, para evitar que los antisociales pongan en peligro el orden social. El Estado no debe tener miedo de prevenir o castigar a quienes vulneren las leyes, sean gobernantes o gobernados.

La democracia es el medio pacífico para alternar a los depositarios del poder. Permite ajustar las distintas expectativas políticas de las personas generando el menor roce y zozobra entre ellas. Pero más temprano que tarde se debe reconocer que la decisión de una colectividad nunca tendrá la virtud de hacer de un error un acierto, ni de una mentira una verdad.  Adolf Hitler fue electo canciller de Alemania en 1933. Hugo Chávez ha justificado el socialismo del siglo XXI como deseo del pueblo venezolano revelado en elecciones democráticas. Los estadounidenses votaron por Franklin Roosevelt como presidente en cuatro ocasiones aun cuando fue de los primeros que gobernó en contra de los principios que hicieron grande a los Estados Unidos.

En ocasiones, la misma democracia puede hacer peligrar los derechos individuales. El grado de sofisticación que ha logrado el Derecho en los países más civilizados es el resultado de una lenta y difícil evolución de los métodos usados para resolver conflictos entre las personas y para regular la relación del Estado frente a aquellas. En las sociedades primitivas era la fuerza la que decidía sobre las controversias. La transformación de las sociedades a estructuras más complejas necesitó de medios más pacíficos para solventar dichas controversias.   Ahora bien, permitir que la democracia sea la vara con la cual se mide el Derecho es un paso hacia la barbarie, no la civilización; no es sino un permiso para que la fuerza de un grupo decida la suerte de otro. Cuando un presidente o un legislador  justifiquen una u otra política argumentando que fueron electos democráticamente, hay que observar con detalle lo que pretenden. En la mayoría de ocasiones tratarán de promover una política o desatender uno de sus deberes que implica vulneración al Derecho.

La libertad del individuo no se puede determinar en las urnas. La democracia y el Derecho son frenos al poder arbitrario, pero presumir que con la democracia se puede acordar qué es Derecho y qué no es un error de nefastos resultados.  Pero esta distinción entre Derecho y democracia aun no ha permeado del todo en las personas, y así como puede haber democracia sin Derecho, también puede haber Derecho sin democracia. A guisa de ejemplo, el Código Civil de Guatemala, uno de los más avanzados de América Latina, fue redactado durante el gobierno de facto del coronel Enrique Peralta Azurdia.

La democracia, entonces, debe ser restringida a sus aspectos esenciales y se debe evitar esperar más de ella.  Son los ciudadanos los que tienen que elegir al presidente, a los congresistas, alcaldes y gobernadores. Punto. Una vez en el poder,  el sistema y los ciudadanos deben hacerle imposible a los gobernantes dos cosas: atentar contra los derechos individuales y desatender la función de las instituciones encargadas de velar, con rigor a la ley, por la seguridad de todas y cada una de las personas. Recordemos que la democracia llevó a Álvaro Colom a la presidencia de Guatemala…

Fuente: HACER

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Discussion

8 comments for “Guatemala: El Derecho no se determina con la democracia – por Camilo Peña”

  1. me parece muy interesante el articulo de Camilo, realmente la democracia no es mas que otro tipo de gobierno y es el rol fundamental del constitucionalismo el limitar los podere del gobierno, no solo de los gobiernos autocraticos sino de los democraticos tambien. felicitaciones Camilo Peña

    Posted by cesar garcia | July 29, 2010, 8:09 pm
  2. Totalmente de acuerdo con lo expresado por Camilo Peña.
    La democracia es sólo la mejor manera de alternar la administración pública.
    El sistema político ideal es la república con los límites que le impone el Estado de derecho que no hay que confundir con el estado de legalidad.

    Posted by Federico Bauer | July 30, 2010, 12:15 pm
  3. Yo, en realidad, no sé nada de Liberalismo, Socialismo, Republicanos, Demócratas, Derecho o Democracia. Viviendo en Guatemala, lo que me pregunto es: ¿cómo el pueblo va a limitar a sus gobernantes, si el 80% o más no entiende qué es lo que están haciendo mal? Todos nos quejamos del gobierno, pero son pocos los que de verdad saben qué es lo que hay que atacar. Yo, teniendo la bendición de ser una persona con educación y oportunidades, sé que el gobierno hace destrozos con el derecho individual, pero no sé dónde está la raíz de sus fechorías y, por ende, no sé cómo refrenarlo. La población del país, que a duras penas saben leer y escribir, MENOS. Aún pienso que para poder ejercer nuestro control, debemos tener el fundamento y confianza que sólo la educación proporciona. Nuestros movimientos cívicos han tenido tanto efecto sobre la condición del país como girar sobre nuestros talones lo haría sobre el momento de inercia de la Tierra. Necesitamos una verdadera masa intelectual con la cuál poder hacer presión. Las élites son las que, en la historia, han marcado la diferencia. Yo digo que necesitamos una élite, para empezar. Luego, necesitamos que la élite lidere a las masas y deje de actuar por sí sola, porque la élite no es el pueblo.
    Alguien me comentó que tenemos una élite, aunque mediocre. Entonces, por amor a Dios, hagamos crecer esa élite y difundamos el fuego de justicia que este artículo nos inspira, pero que nadie se preocupa por alimentar.

    Posted by Tomás Gálvez | July 31, 2010, 1:00 pm
  4. En nuestro país, Guatemala, no está claro cuál debe ser el rol del Estado. Este debe limitarse a sus funciones básicas: Seguridad, justicis, defensa de la propiedad privada. Pero, hoy día se dedica a muchas otras cosas. Por ello, no alcanzan los recursos nunca y hasta se pone en peligro la democracia con programas demasiado paternalistas.

    Posted by Veronica Spross | July 31, 2010, 4:36 pm
  5. Camilo tiene la idea muy clara! Comparto su opinion.

    Posted by Adriana Castellanos | July 31, 2010, 9:15 pm
  6. Creo que ha mitificado la democracia, en lugar de ser una forma de gobierno o de elección del mismo, se ve como un fin perse y, según entiendo, es un medio para transición del poder.

    No tengo problema en ver alternativas en este sistema, si hay algo mejor, probémoslo y sino inventémoslo, todo por mejor la vida en sociedad con absoluto respeto a los derecho individuales de cada miembro de la sociedad.

    Posted by Mayra Ramírez | August 1, 2010, 7:59 pm
  7. Los últimos gobernantes han utilizado la Democracia como parte fundamental en sus planes de gobierno, el actual hasta se hace llamar “Social-Demócrata” con los criterios y definiciones tan claras, que se presentan en este artículo, fácilmente concluimos que en Guatemala, la democracia esta desviada de forma abismal y lo peor, no hay disponibilidad de encausarla y buscar solución a la problemática que se vive a diario. Sí la mayoría elegimos al Don Colom, también la mayoría debiéramos exigirle los dos puntos con los que Camilo cierra el presente artículo.

    Felicitaciones Señor Peña

    Posted by Julio Castro | August 1, 2010, 11:56 pm
  8. Me parece interesante
    y por supuesto que la democracia va mas allá de lo que la mayoría entiende.

    La institucionalización es la clave a mi manera de verlo: o viendolo de otro modo, como Camilo lo planteó: el sistema jurídico.

    De nada sirve que escojan “democraticamente” a los titiriteros que nos jalan de las cuerdas, si las reglas del juego no cambian.

    Felicidades Camilo!

    Posted by Saira Mendoza | August 2, 2010, 9:26 pm

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