Gustavo Petro, miembro del grupo terrorista M19 desde los 17 años, financiado por el narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, hoy aspira a quedarse con la presidencia de Colombia. Una enorme cantidad de analistas serios consideran que en caso de ser electo apuntará a convertir a Colombia en una nueva Venezuela.

TERRORISTA DEL M19

Ingresado en el grupo terrorista M19 (Movimiento 19 de Abril) a los 17 años de edad, fue capturado a los 25, acusado por delito grave (según lo establece el Decreto 1038/84 creado como medida para combatir el sangriento terrorismo de la época) operando bajo el alias “comandante Aureliano” y teniendo en su poder: tres revólveres largos con más de 50 cartuchos cada uno, seis bombas de fabricación casera, propaganda subversiva, documentos de interés para inteligencia militar, cinco brazaletes y una bandera del M19. Por aquel entonces, el grave delito de porte ilegal de armas, se encontraba bajo jurisdicción de la Justicia Penal Militar, según lo había definido la Corte Suprema de Justicia de Colombia.

Dato curioso es que pese a haber sido juzgado y encarcelado por delito grave, se le permitió postularse y llegar a ser, primero congresista y luego alcalde de la ciudad de Bogotá. Para ello, se encargó de repetir en todos los medios de prensa que pudo, que fue capturado por una contravención y no por un delito.

Petro termina su sentencia y sale de la cárcel al cumplirse los 18 meses a los que fue sentenciado. Opta igualmente por presentarse ante las autoridades judiciales para acogerse a Ley de Indulto de 1989 (Ley 77/89 Dto. 206/90) para recibir una enorme cantidad de beneficios pagados por los contribuyentes colombianos. Pero en septiembre de 2010 el Tribunal Superior de Bogotá reafirmó que los delitos de lesa humanidad, tales como el secuestro, no pueden ser indultados.

Importa aclarar entonces que, en base a la legislación hoy vigente y la de aquella época, ningún delincuente colombiano de esta calaña podría ser electo legislador ni postularse a cargo alguno de elección popular. La responsabilidad de esta continuada y flagrante violación de la ley es del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Colombia, que siempre ha optado por hacer caso omiso de la inhabilitación dispuesta por la ley.

ALCALDE DE BOGOTA

El 30 de Octubre del 2011, Petro triunfó en las elecciones a la alcaldía de Bogotá. Su gestión se caracterizó por una gran ineptitud, grandes escándalos y un manejo muy irresponsable de los fondos públicos, cosas que lo llevaron a ser destituido del puesto.

En 2013 Petro enfrentó una enorme crisis, relacionada a su mal manejo del servicio de recolección de basura. El nuevo sistema por él impuesto, fue un rotundo fracaso ante la demanda de una ciudad de más de 10 millones de habitantes como Bogotá.

Es por estos motivos que Miguel Gómez Martínez, representante a la Cámara por Bogotá, propuso el 2 de Enero de 2013 juntar firmas, peticionando la revocatoria del mandato del alcalde. La propuesta consiguió un total de 630.623 firmas, de las que 357.250 fueron reconocidas como válidas por la Registraduría Nacional del Estado Civil.

Oficialmente, el 9 de Diciembre de 2013, la Procuraduría General de la Nación resolvió destituirlo como Alcalde Mayor de Bogotá, e inhabilitarlo por 15 años para ejercer cargos públicos por haber afectado la salud pública durante la crisis de basura que se causó en la capital los días 18, 19 y 20 de diciembre de 2012. El entonces procurador, Alejandro Ordoñez, lo destituyó y  lo inhabilitó para ejercer cargos públicos.

La valiente decisión de Ordoñez se basó en tres cuestiones fundamentales: la primera fue que Petro, asignó la prestación del servicio de aseo a la Empresa de Acueducto de Bogotá en convenio con Aguas de Bogotá, empresas públicas que no contaban con la experiencia ni con la capacidad para asumir la responsabilidad de manejar las 6.500 toneladas mínimas de desechos que se producen a diario en la ciudad capital.

La segunda fue que Petro, con su decisión “Vulneraba los principios constitucionales de libre empresa y competencia e impuso una serie de restricciones y limitaciones para que otras empresas, distintas a las del Distrito, no prestaran el servicio de aseo a partir del 18 de Diciembre de 2012”, explicaba el expediente que reposa en la Procuraduría. De acuerdo a lo anterior, se pretendía que las empresas del distrito monopolicen la recolección de la basura, dejando afuera a las empresas del sector privado.

Y la tercera fue el uso de volquetas que no cumplían con la reglamentación para la recolección de basura, poniendo además en riesgo la integridad de los funcionarios y los vehículos que no daban abasto. Según la Procuraduría esto sería una de las causas de “que durante los días 18, 19 y 20 de diciembre del 2012 se dejaron de recoger entre 6.000 y 9.000 toneladas de basuras en la ciudad”.

Pero el presidente Juan Manuel Santos restituyó en Abril de 2014 en el cargo al suspendido alcalde de Bogotá diciendo que lo tuvo que hacer en cumplimiento de una decisión judicial relacionada a la CIDH:  “Los jueces me ordenaron restituir al alcalde Petro y he firmado el decreto correspondiente”. El mismo Santos que más adelante confesaría que sin el apoyo político de Petro jamás hubiese sido reelecto.

Pero los desmanejos de la alcaldía de Petro no terminaron ahí. El 5 de Diciembre de 2016, fue notificado de una multa por  217.000 millones de pesos colombianos, impuesta por la Contraloría de Bogotá, bajo los cargos de daño patrimonial por la no reducción de las tarifas de Transmilenio (sistema de buses de bogotá). Según el reporte elaborado por Confis y Transmilenio, Petro debió aumentar el precio del transporte a los usuarios. Al no hacerlo, incurrió en un enorme deficit que luego debió cubrir con subsidios no autorizados por la ley.

El documento en el que le solicitaban el pago, fue enviado por la Contraloría a finales de enero de 2017. En él se especificaba que de no realizarse, se haría efectivo un embargo de sus bienes.

CANDIDATO A LA PRESIDENCIA

A sus 57 años, Gustavo Petro aspira hoy a la presidencia de Colombia como candidato del Movimiento Colombia Humana y se encuentra segundo en las encuestas de intención de voto, debajo de su mayor contrincante, Iván Duque del partido Centro Democrático.

El ex comandante Aureliano es considerado un enorme peligro para Colombia porque su pasado, sus ideas, sus alianzas internacionales, su amistad personal con Hugo Chávez y su admiración por el chavismo y su lamentable desempeño como alcalde capitalino, indican que en caso de ser electo, apuntará a convertir a su país en una segunda Venezuela.

En una entrevista con el periodista Jorge Ramos, Petro intentó de todas las maneras posibles evadir la pregunta “¿Ud. cree que Hugo Chávez fue un dictador?”. Cambió de tema, se mostró muy incómodo, respondió a otras preguntas que él mismo se formuló, y mantuvo secreta su postura ante el dictador venezolano.

Más adelante, la revista Newsweek en español logró conseguir una respuesta a dicha pregunta: “Yo analizo la época de Chávez a diferencia de la de Maduro, y el que quiera analizar a profundidad el tema venezolano debe establecer esas diferencias. Si usted me pregunta si Chávez fue un dictador yo le digo que no. Si usted me pregunta si Maduro es hoy un dictador yo le digo que sí”.

Fuente: HACER

Vea la accidentada entrevista de Jorge Ramos a Gustavo Petro:

Gustavo Petro confiesa que Fidel Castro ayudó al M19 con el entrenamiento de sus guerrilleros en Cuba: