Cierto que el presidente de Venezuela no estaba en sus mejores condiciones, pero no tan mal como para ausentarse de la cumbre del Mercosur, justo cuando se analizaba la confrontación entre su país y Colombia.

En la ciudad de San Juan (Argentina), donde estuvieron reunidos los estadistas del bloque regional, nadie se tomó en serio la explicación que dio el líder caribeño para quedarse en casa.

“La decisión de no venir fue un desplante hacia la presidenta Cristina Fernández y sobre todo, hacia su marido Néstor Kirchner.”, opinó Marcelo Cantelmi, analista del diario Clarín. Si hubo un gesto de esa naturaleza, el matrimonio supo encajarlo con su habitual sangre fría.

La verdad es que Hugo Chávez no perdona a los Kirchner, que no le hayan prestado apoyo en medio de la crisis que surgió tras el rompimiento de las relaciones diplomáticas con Colombia.

Llama la atención, no sólo de Chávez, que el matrimonio haya mantenido un perfil tan bajo en relación a la crisis que involucra a uno de sus principales socios comerciales.

Mal que bien, el 65% de los acuerdos existentes entre Caracas y Buenos Aires, han sido firmados bajo la doble gestión de Néstor y de Cristina. Según el Centro de Estudios Nueva Mayoría, los pactos comerciales entre ambos gobiernos, triplican a los alcanzados con Brasil y Chile.

Pese a ello, Néstor Kirchner, de quien el caudillo tanto esperaba, ni siquiera se apareció en la última cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), convocada el sábado 31 de julio, para tratar el asunto.

Que Kirchner, secretario general de ese organismo, no estuviera presente cuando se discutía un asunto de tamaña gravedad, dejó perplejos a los integrantes del bloque. Hugo Chávez se lo tomó como una afrenta personal.

Si el inquilino del Palacio de Miraflores esperaba que Kirchner abrazara su causa, como él mismo lo haría si se diera la ocasión, es porque no sabe de qué madera está hecho el ex presidente de Argentina.

Una vez, en el 2008, Néstor trató de mediar en un conflicto fuera de las fronteras de su país, cuando las fuerzas armadas colombianas atacaron una base de las FARC en Ecuador.

La iniciativa no prosperó y de ello el aprendiz de mediador aprendió a no meterse en gallinero ajeno. Kirchner no tiene paciencia para asuntos que pueden llevar meses o años. Al político santacruceño, que quizá postule nuevamente a la presidencia en las elecciones del 2011, le gusta apostar y ganar al mismo tiempo.

Si postuló a la jefatura del UNASUR fue para sacar brillo a su imagen, luego de la derrota que sufrió en las elecciones parlamentarias del 2008. Es probable es que en los próximos días, el matrimonio presidencial haga las paces con Hugo Chávez.

La maleta de los 800.000 dólares

A Cristina y a Néstor no les conviene que el temperamental caudillo destape el lado oscuro de las relaciones entre ambos países.

Por ejemplo, la maleta con 800.000 dólares que llegó a la Argentina en un vuelo privado, procedente de Caracas. Aún se investiga si ese dinero fue una donación de Hugo Chávez, a la campaña presidencial de Cristina Fernández.

Pero tampoco se descarta que la pareja, con su agudo olfato político, haya detectado que al socio de Caracas se le están agotando las municiones. Que en las condiciones en que se encuentra Venezuela, con una inflación galopante y un severo déficit de alimentos, la famosa revolución bolivariana se esté yendo a pique. Aún si Hugo Chávez lograse perdurar, lo hará en un contexto de creciente aislamiento internacional.

En Chile, la presidenta socialista Michelle Bachelet fue sustituida por Sebastián Piñera, un político de derecha. En Brasil también habrá cambio de guardia y el sucesor de Lula, sea Dilma Rousseff o José Serra, no se avienen con el explosivo carácter del ex teniente coronel.

En la cumbre del Mercosur, ni siquiera un incondicional de Chávez como es el presidente boliviano Evo Morales, salió a defender la postura venezolana. Menos todavía el paraguayo Fernando Lugo, otro de sus afines ideológicos, quien rechazó de plano la tesis alarmista de aquél, según la cual en la región soplan vientos de guerra.

“No hay un clima de guerra en la zona, aunque algunos intenten enarbolar falsas consignas, en contra de los intereses de sus pueblos”, sentenció Lugo, en una clara e hiriente alusión al líder bolivariano.

Nada de esto escapa a los radares de Cristina Fernández y de Néstor Kirchner. Si Hugo Chávez se hunde no serán ellos quienes expongan su pellejo político por salvarlo.

Fuente: El Mundo (Spain)