Colombia vota por la seguridad, la estabilidad y el desarrollo.

El domingo Juan Manuel Santos logró un impactante triunfo en su apuesta por suceder al Presidente saliente, Álvaro Uribe Vélez. Los votantes colombianos le otorgaron una imponente victoria del 69.1 por ciento a él, su Vicepresidente Angelino Garzón y su plataforma, contra un 27.5 por ciento de su contrincante Antanas Mockus. Los 9 millones de votos depositados por Santos constituyen una cifra record otorgada a un candidato presidencial en Colombia.

El  Dr. Santos – quien ejerció como Ministro de Defensa durante la administración del Presidente Uribe — esta acreditado como figura clave en la exitosa lucha de Colombia contra la organización comunista, terrorista y narcotraficante de las FARC. Su campaña estuvo montada sobre una detallada plataforma mediante la que llamó a completar el esfuerzo por  establecer una sociedad segura y estable, propugnando por darle un fuerte impulso al desarrollo económico y combatir la corrupción, entre otros.

Con su premisa en defensa ya establecida, Juan Manuel Santos y su fórmula vicepresidencial, Angelino Garzón, enfatizaron particularmente en la lucha contra el desempleo, como factor crucial hacia el crecimiento económico. Por esta razón, la publicidad de la campaña estuvo profusamente enfocada hacia el tema de “trabajo, trabajo, trabajo” como repuesta a cifras del 12 % de desempleo y el 32 % de subempleo.

Los economistas observan que Colombia – y la mayor parte de Suramérica – están recuperándose de la crisis financiera de los últimos tres años, a excepción de Venezuela, el único país que decae año tras año. Así mismo, a la nueva administración le ayudará el fuerte interés por Colombia que denotan numerosas instituciones internacionales, incluyendo el World Economic Forum, que realizó en abril un seminario en Cartagena orientado a la comunidad mundial de  empresarios.

Adicionalmente, en abril, el gerente general de HSBC, Michael Geoghegan, resaltó a Colombia como uno de los mercados emergentes más interesantes del mundo en un importante discurso ante líderes empresariales con sede en Hong Kong. De hecho, Colombia está incluida en el grupo de países recientemente apodados CIVETS [Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sur África] de los que se augura que sobresaldrán en la década que se inició en el 2010, rivalizando con el desarrollo de los  BRIC [Brasil, Rusia, India, y China] durante los últimos 10 años.

Por otro lado, la sorpresiva elección de Angelino Garzón como Vicepresidente de Santos, parece haber sido una movida política sabia e igualmente meritoria, a pesar de que muchos especulaban que esta alianza, incluso con las sólidas credenciales de Garzón, podría haberle hecho daño a Juan Manuel. Aún más, el líder sindicalista informal, anteriormente comunista, ministro nacional y luego gobernador del Valle del Cauca, probó tener un fuerte atractivo para los votantes. Incluso el propio doctor Santos me había dicho: “Mi elección de Angelino pudo haber disgustado a algunas personas en Bogotá, pero encantó a otros millones de colombianos.”

Los señores Santos y Garzón habían servido como Ministros de Hacienda y de Trabajo, respectivamente, en el gabinete del ex presidente Andrés Pastrana. Cuando nos reunimos, poco de tiempo antes de las elecciones, el vicepresidente electo expresó: “Nos tenemos mutuamente alto respeto y confianza. Nuestra experiencia trabajando juntos siempre fue excelente y hemos desarrollado una gran amistad. Cuando fuimos ministros, estuvimos de acuerdo prácticamente en todos los asuntos, incluyendo el combate a la guerrilla, el freno al narcotráfico y el establecimiento de parámetros salariales.

“De hecho, nos complementamos el uno al otro. Como Ministro de Trabajo, yo presioné fuertemente por un incremento generalizado en los salarios. Aunque teníamos puntos de vista disímiles, llegamos a un punto de convergencia mutuamente  aceptable. Nos conocemos bien el uno al otro; ambos tenemos una extensa experiencia gubernamental. Trabajando juntos a lo largo de 12 años, hemos establecido las bases para nuestro programa y cómo trabajaremos en los años venideros para realizarlo.”

Sin embargo, en Colombia, el rol del vicepresidente está vagamente definido, tal como acontece con el segundo al mando en Estados Unidos. Juan Manuel Santos, por su lado, ha expresado que su vicepresidente supervisará los derechos humanos y sus programas sociales. Así mismo, asumirá algunas de las obligaciones del Vicepresidente saliente, Francisco Santos (primo del presidente electo) orientando esfuerzos para forjar acuerdos de libre comercio con la Unión Europea y otros países, y adicionalmente obtener la aprobación del TLC [Tratado de Libre Comercio], entre Estados Unidos y Colombia que languidece a la espera de acción por parte del Senado.

La oposición al TLC por parte del grupo sindicalista más grande de los Estados Unidos, AFL-CIO, se ha fundado sobre señalamientos de abusos en materia de derechos humanos contra líderes y miembros de sindicatos. Sin embargo, es un hecho, que  muchas guerrillas utilizan el carnet de sindicalistas como escudo para evadir la acción militar en su contra.

Angelino Garzón ha trabajado recientemente como Embajador de Colombia ante la Comisión de Derechos Humanos en la ONU. Aclarar este asunto al interior de Colombia y resolverlo en Washington deberá ser una acción prioritaria al inicio de la administración Santos.

“Colombia ha efectuado significativos avances en materia de derechos humanos durante los últimos ocho años’’ declaró el Sr. Garzón. “Estamos comprometidos en ser campeones en esta área, y simultáneamente trabajaremos para fortalecer la economía y proveer oportunidades a cualquier colombiano que quiera trabajar’’.

Los dos candidatos vencedores están entre los pocos que, en su vida pública, nunca han sido acusados, ni mucho menos condenados, por corrupción. El vicepresidente electo declaró que la nueva administración hará “un esfuerzo sustancial contra la corrupción a todos los niveles. Como líderes, sentaremos el ejemplo de que cada peso deberá ser debidamente contabilizado. Toda persona tiene la responsabilidad de honrarse a sí mismo siendo honesto y transparente con los recursos públicos.”

Un principio clave de Santos ha sido el de unificar la sociedad colombiana que históricamente ha vivido fragmentada [Colombia ha estado en paz solamente por un lapso aproximado del 25 por ciento de sus 200 años como una nación]. En su discurso después de conocer los resultados de las elecciones, el presidente electo enfatizó el tema diciendo: “A Colombia le llegó la hora de la unidad nacional, la hora de la armonía, la hora de trabajar juntos por la prosperidad de Colombia”.

Romper la supremacía de los partidos tradicionales fue uno de los objetivos de Juan Manuel al fundar el partido de la U, donde U se refiere a unidad. Como candidato de este partido, Santos atrajo un gran número de miembros de los partidos Conservador y Liberal a su candidatura. En los días previos a la elección en segunda vuelta del domingo, el doctor Santos enfatizó que su gobierno sería de unidad para todos los colombianos, y obtuvo el apoyo de muchos grupos.

Tras los resultados de la primera vuelta, en la que participaron seis candidatos, el tercero en número de votos, Germán Vargas Lleras y su Partido Cambio Radical ratificó su apoyo a Santos, al igual que la candidata del Partido Conservador, mientras que el candidato del Partido Liberal dejó en libertad a sus seguidores para que votaran por el candidato de su escogencia, Juan Manuel Santos o Antanas Mockus.

Mientras Colombia entra en su tercer siglo de independencia de España, sus ciudadanos han rechazado el “cambio” expresado de manera amorfa. Han votado para reforzar la seguridad nacional y construir su economía, propinándole simultáneamente al dictador venezolano Hugo Chávez su sexto y más amargo revés en la última media docena de elecciones presidenciales en Latinoamérica.

Los colombianos han brindado un extraordinario ejemplo para toda América Latina al celebrar unas elecciones pacíficas y transparentes en una región caracterizada por tener una caótica contienda electoral. Este observador y el 70 por ciento de los votantes colombianos prevén igualmente un extraordinario ejemplo de poder durante los próximos cuatro años de la administración Santos-Garzón.

* Periodista y anteriormente diplomático, John R. Thomson se enfoca en asuntos políticos y geopolíticos de países en desarrollo.

Fuente: Washington Times