El Gobierno supo que la reunión extraordinaria de la Unasur sería realmente complicada no bien llegó al hotel Llao Llao el presidente de Colombia, Álvaro Uribe. Pocas horas antes del inicio del encuentro, pidió a los organizadores que le dejaran pasar un video y dos documentos en PowerPoint de contenido muy sensible: mostraban diferentes masacres cometidas por las FARC, gente mutilada, guerrilleros disparando ametralladoras con cierta alegría. Uribe avisó de ese modo a la presidenta Cristina Kirchner que pensaba chocar con el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez; y también con el de Ecuador, Rafael Correa, a quienes acusa de ser colaboracionistas de las FARC. Así ocurrió, aunque finalmente el colombiano desistió de pasar sus imágenes audiovisuales y sólo se limitó a mostrar algunas fotos. Tras más de siete horas de debate, centrado sobre todo en acusaciones cruzadas entre Uribe, Chávez, Correa y el brasileño Lula Da Silva, la cumbre de Bariloche terminó con un documento consensuado pero que no resolvió el tema central que había reunido a los presidentes: la instalación de bases norteamericanas en Colombia sigue generando rechazo y enojo entre la mayoría de los países miembros de la Unasur.El único que se volvió a su país satisfecho por el “acuerdo” de ayer fue Lula, quien consiguió imponer entre sus pares un documento que todos pueden firmar sin menoscabo y que funciona como una especie de fuga hacia adelante sin ninguna renuncia: en septiembre, la Unasur volverá a reunirse habiendo salvado el Consejo de Seguridad, la construcción de una OTAN sudamericana, que es su proyecto militar favorito, que había sido rechazado por Colombia en reuniones anteriores de la entidad regional.

Entre otras vaguedades, el documento dice que la Unasur se compromete a “fortalecer a Sudamérica como zona de paz y trabajar para una solución pacífica de los conflictos y que la presencia de las fuezas extranjeras no puede amenazar la paz de los países de la región”.

Como pocas veces ocurre en este tipo de encuentros, esta vez, los presidentes debatieron en vivo y en directo para las cámaras de televisión. Se reunieron en el Salón Bustillo del Llao Llao, alrededor de una mesa que tenía como centro un arreglo floral de margaritas y liliums. A la derecha, veían por un ventanal enorme el lago Nahuel Huapi y las montañas nevadas. A la izquierda, apenas se vislumbraba el lago Moreno, cubierto por la bruma. Hacia el final del encuentro, fue Lula quien mejor resumió lo que había pasado en esas siete horas: “La reunión tuvo dos partes. Si hubiéramos empezado por el final, ya hubiéramos llegado a unas conclusiones. Esto pasa porque estamos frente a la televisión y todos piensan en su público. Si un presidente intenta imponerle a otro su verdad, no vamos a tener ningún documento, me preocupa lo que diga la prensa mañana”, se enojó. Aludía al segundo discurso que dio Correa, una crítica furibunda a Uribe y su gestión: “Colombia es en realidad la culpable del narcotráfico. A mí me acusan porque dicen que hay guerrilleros de las FARC en Ecuador, pero eso es culpa de Colombia, no de Ecuador”. Uribe se mostraba algo inquieto ante cada ataque: se acomodaba sus lentes redondos a la vez que revolvía papeles en silencio. Las primeras horas de la reunión, efectivamente, tuvieron un tono mucho más diplomático que su tramo final, cuando se repitieron las chicanas entre los mandatarios.

Uribe intentó aguantar no sólo el embate de Correa sino también el de Chávez, que se mostró inflexible ante la posibilidad de que Estados Unidos instale siete bases militares en Colombia. El venezolano mostró un documento del llamado “Libro Blanco”, donde, según él, el gobierno norteamericano especifica que una de sus bases colombianas, Palanquero, puede funcionar para el traslado de tropas hacia otro países. Aún así, el bolivariano fue mucho menos virulento que lo que suele acostumbrar. Ni siquiera devolvió la ironía que le dedicó el presidente de Perú, Alan García, único aliado de Uribe en su cruzada barilochense: “Qué peligro es el que puedan dominar el petróleo (por Estados Unidos). Hombre, para qué van a dominar el petróleo si usted se lo vende todo”.

La mayoría de los demás presidentes de la Unasur, como el boliviano Evo Morales, el uruguayo Tabaré Vázquez y la argentina Cristina Kirchner expusieron su rechazo a las bases nortearmericanas en Colombia. La chilena Michelle Bachelet fue más medida y llamó a “superar los desafíos”.

Hacia el final de la cumbre, los mandatarios volvieron a trabarse, discutieron y se vieron envueltos en equívocos cuando redactaban el documento conjunto. Cuando todo terminó, se relajaron y Chávez gritó “¡Viva Bariloche!”. Todos coincidieron en acompañar la arenga con un aplauso tímido.

EL CONSEJO DE DEFENSA AVANZA

Pese a que la declaración de Bariloche fue debatida hasta última hora, la Unasur logró extender la vida útil del Consejo Sudamericano de Defensa (CSD), la apuesta brasileña a favor de una fuerza regional autónoma de seguridad, al asignarle su primera misión formal. El texto establece acuerdos mínimos sin condenar el arreglo militar entre EE.UU. y Colombia, pero la Unasur definió que el CSD se reúna en septiembre para analizar el documento titulado Estrategia de Rutas Globales. Libro Blanco, del Comando de Movilidad Aérea de la Fuerza Aérea estadounidense.

La Unasur también dio impulso a su otro brazo de acción en materia de seguridad. Ordenó al Consejo Sudamericano de Lucha contra el Narcotráfico que redacte su Estatuto y un Plan de Acción regional de cooperación contra el tráfico ilícito de drogas.

Fuente: Critica Digital

Presidente Alan García le juega una broma a Hugo Chávez en plena Cumbre de UNASUR

El mandatario Alan García aprovechó la Cumbre de UNASUR para jugarle una broma a su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez, que causó risa a los diferentes jefes de Estado que llegaron a Argentina.

Aquí se ha hecho una exposición interesante desde el punto de vista militar, pues es la profesión del presidente Hugo Chávez”, dijo sonriendo García cuando le tocó su turno para exponer el punto de vista de Perú sobre la instalación de bases militares de Estados Unidos en Colombia.

Sin perder su chispa, el Mandatario señaló mirando a Chávez: “Aunque hoy día nos ha sorprendido y emocionado porque nos ha dicho que ya la voz necesita de mayores micros y que es corto de vista”.

Finalmente, García le dijo que no se preocupara por el petróleo. “Y qué peligro es el  que puedan dominar el petróleo. Hombre, para qué van a dominar el petróleo si Usted se lo vende todo a Estados Unidos (risas), es una broma”, expresó García lo que originó las carcajadas de los presentes.

García pide a colega uruguayo tener más “discreción” con las damas casadas

El presidente Alan agradeció a la anfitriona de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), Cristina Fernández, por la “belleza del lugar” elegido para la cumbre, la apacible Bariloche, tras lo cual su colega uruguayo, Tabaré Vázquez, dijo que mejor sería ponderar la belleza de la propia mandataria.

“Presidente, hay que ser más discreto con las damas casadas”, le respondió García a Vázquez, ex amigo del esposo de Fernández, el ex presidente Néstor Kirchner. Las mujeres también tuvieron en esta reunión la revancha por sus problemas de puntualidad.

Mientras en la última cumbre del MERCOSUR el paraguayo Fernando Lugo le hizo notar a Cristina Fernández su retraso, esta vez el ex obispo fue el último en llegar a Bariloche, casi sobre la hora de inicio de la cita.

Además, Lula y Chávez se excusaron por entrar tarde al plenario y el venezolano culpó al ex líder sindical por la demora.

“Cristina, nos trajiste aquí a una reunión de trabajo en vez de invitarnos a un fin de semana de placer y descanso en Bariloche”, dijo Lula, que al final de la cumbre se mostró muy ofuscado por los debates que se extendieron siete horas.

Cabe indicar que los caballeros de la UNASUR recurrieron a la galantería y algún que otro toque de humor para matizar los efectos de su testosterona en el rudo debate que se celebró en la ciudad argentina de Bariloche.

“Los hombres por allí, en momentos difíciles -y no quiero hacer una cuestión de género- tienen reacciones más fuertes”, dijo la presidenta argentina, Cristina Fernández, para aplacar los ánimos de sus compañeros varones en medio de una de las polémicas que se desató entre los gobernantes durante la cumbre.

La chilena Michelle Bachelet sonrió y le apuntó a su colega la causa de tanto encono: “la testosterona”.

Otro de los toques jocosos de esta jornada, cargada de tensión, lo puso el ecuatoriano Rafael Correa, quien amagó en broma con levantar la sesión una vez que sus colegas accedieron a transmitir la reunión en vivo a la prensa.

Fuente: Peru.com