El general Patricio Haro, del movimiento Justicia y Libertad, señala que hay sectores de Quito que han sido tomados por estos grupos. El ministro de Gobierno reprochó y desvirtuó esta denuncia.

Haro indicó que en el país se encuentran miembros del Batallón Pardo, una brigada de fuerzas especiales con capacidad para organizar fuerzas de choque y asuntos en el exterior. Según explicó, han actuado en Angola y ahora se encuentran en Bolivia y Venezuela, países cuyos procesos políticos son similares al de Ecuador.

El ahora dirigente político sostuvo que estos militares arribaron como una fuerza de choque para reforzar la Revolución Ciudadana y los comités de denfesa al régimen, que poco a poco se ha tomado una importante zona céntrica de la capital.

Expuso que en zonas como La Florida -primer asentamiento cubano en la capital- se percibe la presencia de estos grupos. De ahí, agregó, se han desplazado hacia sectores como La Kennedy, El Inca, El Batán, La Colina y “se están disputando el control de La Mariscal”.

Según Haro, esta ubicación “permite el control geográfico de una gran zona con la finalidad de actuar desde diferentes sectores, en el menor tiempo posible, en un determinado punto” según una disposición.

Pese a no poseer pruebas contundentes, Haro dijo confiar en información proporcionada por una fuente internacional por lo que hoy presentará un informe en la Fiscalía para que se inicie una investigación.

Por su parte, el ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh, considera “preocupantes” las declaraciones de Haro “por el nivel de las personas al establecer criterios sin ningún fundamento ni seriedad e irresponsable”.

Asegura que las políticas migratorias en Ecuador son claras y los extranjeros gozan de un status migratorio de libre movilización.

Sin embargo, aclara que hay aspectos que se controlan como el manejo de matrimonio como una manera para obtener la nacionalidad ecuatoriana, hecho denunciado hace más de un mes y que involucraba a casi una centena de ciudadanos cubanos.

Jalkh señala que por ello se dispuso que cada extranjero (a) que desee contraer matrimonio con un ecuatoriano (a) deberá obtener una visa. “Aquí no puede haber una distinción xenófoba para una u otra nacionalidad”, enfatiza.

Fuente: Vistazo (Ecuador)