Los últimos acontecimientos han demostrado una vez más el debilitamiento de nuestro sistema político y la necesidad de renovarlo. Nuestra joven democracia, hoy más que nunca, necesita de una lucha sin tregua para su fortalecimiento. La libertad que busca la democracia no es gratis.

Por tanto, debemos defenderla día a día a través de nuestras instituciones políticas como el Congreso de la República, que debe representar al Pueblo que delega el poder en sus representantes. Y, para fortalecer al Legislativo y otras instituciones del Estado, debemos iniciar  en los partidos políticos, intermediarios entre la población y el Estado.   Sin embargo, en su ausencia, los medios de información han tomado ese lugar.

Para retomar el rumbo debemos organizarnos en cada comunidad y participar en los cuadros partidarios.  Es más fácil criticar, pero el único camino es la participación política para fortalecer el Estado.  El problema no es la denuncia, especialmente de corrupción, el problema es el ataque a las instituciones y no a las personas culpables, sin individualizar a los funcionarios, ya que resta responsabilidad a los actores y debilita las instituciones que representan nuestra democracia.

El miedo al desprestigio y el mensaje retrogrado de: “no se puede cambiar”, aleja a los jóvenes de participar en política y se convierte en el mayor facilitador para que los corruptos sigan haciendo de las suyas y desfalquen las arcas del Estado.  El problema no son los “malos”, es que los “buenos” no ocupan los lugares que les corresponde. El campo perfecto para un populista es la debilidad del Estado y el rechazo de la sociedad a la participación política.

Guatemala está cambiando, la sociedad y los empresarios ahora proponen y se comprometen al cambio, aunque aún existen pocos que todavía creen que para salir de la pobreza y de la inseguridad basta con desprestigiar nuestras instituciones y rasgarse las vestiduras desde la tribuna. La mayoría, sin embargo, entendemos que si no llevamos las ideas y nuestros principios al campo político de poco servirán. El rol de los medios de informar, el sector privado en generar riqueza y la sociedad civil en fiscalizar, son fundamentales en toda democracia, pero sin un sistema político adecuado dejan de existir.

Por ello, la participación política es indispensable si queremos rescatar a Guatemala.

* Francisco Contreras es diputado de Guatemala.

Fuente: Francisco Contreras