La palabra de moda de analistas económicos europeos es S.T.U.P.I.D., siglas en inglés de España, Turquía, Reino Unido, Portugal, Irlanda y Dubái.

La usan para referirse a los países considerados “desarrollados” o “ricos” que pueden estar en problemas de pagar su deuda pública o de empresas relacionadas. Algunos, incluso, quieren añadir otra U, para incluir a Estados Unidos. Es de mencionar que stupid en inglés significa estúpido.

Aparte de que es simpatiquísima la utilización de ese acrónimo, la palabra esconde una gran verdad: la estupidez de muchos en los gobiernos de creer que con seguir gastando dinero ajeno —en la forma de endeudar al país— van a resolverse los problemas de desarrollo y estabilidad de un país.

El caso de deuda pública que más se discute en Europa es el de Grecia y cómo funcionarios de ese país, para poder acceder a la unión monetaria de la Unión Europea manipulaban los datos macroeconómicos del país, con ayuda de bancos internacionales de préstamo que se llevaban jugosas comisiones por desarrollar operaciones de crédito bajo otros nombres.

Los funcionarios públicos griegos me recuerdan las visitas en Guatemala de representantes de organismos internacionales prestamistas que dicen: “en Guatemala no se pagan suficientes impuestos”, y luego prestan más dinero al gobierno de turno. Sin embargo, poco mencionan la importancia de la transparencia del gasto público ni que hay que eliminar exoneraciones a los que no pagan o cobrarle al que no paga.

Tal vez sería momento de pedir al Gobierno que nos explique la deuda pública completa, para conocer los montos reales, que incluyan instituciones relacionadas con el Gobierno. Cuando suban las tasas de interés en el mundo, la crisis de la deuda pública se agudizará y ahí a ver si a los S.T.U.P.I.D. —U— no se agrega una G de Guatemala.

Francia nos considera paraíso fiscal. ¿Es Guatemala un paraíso fiscal? Pues solo para los que por ley tienen exenciones fiscales, los contrabandistas y los evasores. Para las empresas no hay igualdad ante la ley, ya que existen exoneraciones fiscales para ciertos sectores privilegiados —que incluso el presidente y parte de su gabinete gozaban en sus empresas—. Y ante el hecho de que esas exenciones fiscales son motivo de discordia en las negociaciones del Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la UE, es buen momento para discutir un acuerdo de doble tributación y eliminar exoneraciones fiscales para que exista igualdad ante la ley en Guatemala, en el tema fiscal.

En un acuerdo de doble tributación, si las empresas extranjeras pagan impuestos en Guatemala de lo que generan acá, no tienen que pagar impuestos sobre esas ganancias al ingresarlas en el país de donde es la empresa.

Fuente: Prensa Libre