El día de hoy, domingo 01/Dic/13, el periódico La Nación nos presentó los resultados de la última encuesta de UNIMER sobre intenciones de voto, la cual muestra un fuerte reacomodo en las preferencias electorales, resalta que el candidato socialista se posiciona en el primer lugar con una intención de voto del 19.5%, seguido en un virtual empate por Otto Guevara y Johnny Araya, ambos con una intención de voto del 16.5%.

Nuestra sociedad está polarizada, el elector quiere una solución a los problemas de Seguridad, Salud, Educación, Infraestructura, Pobreza y Medio Ambiente, y como no la ha obtenido está buscando esa solución en otros lugares, sin importar cómo va a obtener esa solución y, menos aún, sin cuestionarse si es sostenible o no esa forma de obtenerla.

Esta dinámica social ha ocurrido en no pocas ocasiones, a veces girando a la izquierda en otras a la derecha. Casos recientes de giros a la izquierda son el de Nicaragua y Ecuador en 2006,  Bolivia en 2005, Venezuela en 1998, y los de antología: Cuba en 1959 y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1922, todos estos giros se han caracterizado por Dictaduras hasta la muerte de sus caudillos, o en caso de invalidez como ocurrió con Castro. El mismo Frente Amplio tuvo en ejercicio a uno de sus presidentes hasta que murió en Cuba.

Sin embargo, no hay que olvidar que ¡Costa Rica también tuvo su experimento socialista!, sí, se dio entre 1950 y 1980, durante ese periodo el Estado costarricense derogó la constitución liberal de 1871, nacionalizó la Banca, intervino los bienes de personas físicas y jurídicas, estableció “contribuciones forzosas” al capital, implementó la sustitución de importaciones, entre muchas otras políticas de carácter socialista, teniendo al Estado como el centro de toda actividad.

El siguiente gráfico muestra la evolución del PIB per cápita desde 1950, haciendo la separación por los periodos de socialismo y de implementación, ¡a medias!, de políticas pro mercado. Durante el periodo de la Costa Rica Socialista el PIB per cápita se duplicaba  cada 31 años, mientras que en el periodo de la Costa Rica medio libre, así a medias y en minúscula, este indicador se duplica cada 21 años.

O sea, el socialismo fue más ineficiente, 47% en términos de tiempo, en lograr mejorar la calidad de vida de los ticos.

 
Además, como se muestra en el gráfico, la estrepitosa caída en este indicador, producto del colapso económico ineludible que implica el Socialismo, solo pudo detenerse con la adopción del modelo de desarrollo basado en la apertura comercial y otras reformas pro mercado que se implementaron por obligación, no por gusto.

Sin ese cambio de modelo económico, es muy posible que el colapso hubiera borrado una muy buena parte de la mejora temporal que se vio en este indicador entre 1950 y 1980.

El frío no está en las cobijas

Nuestro modelo económico ha sido exitoso, ha logrado que nuestra economía crezca a tasas promedio del 4.8% en los últimos 20 años, gracias a ese crecimiento se logró bajar la pobreza desde más del 50% de la población, dónde la dejó el experimento socialista, hasta el 20%, donde ha permanecido lastimosamente desde 1994.

Durante estas últimas 3 décadas, este modelo de crecimiento le ha dado recursos al Estado para que este implemente políticas públicas que deberían estar enfocadas a Administrar la Justicia, Promover la Salud, la Educación y la Infraestructura, Disminuir la Pobreza y Cuidar el Medio Ambiente. Aquí es dónde está fallando nuestro modelo de desarrollo, en las funciones y eficiencia del Estado, volver a un Estado omnipresente no es la solución, sino, sería todo lo contrario, equivaldría a multiplicar los problemas actuales.

Los 44 programas que el Estado ha creado para disminuir la desigualdad y la pobreza son un claro ejemplo de que ahí no está la solución. El que no está haciendo su trabajo es el Estado, ahí es dónde tenemos que fijar nuestra atención, no dándole poder a grupos políticos que creen que los problemas del Estado se resuelven con más Estado, cualquier problema se resuelve con compromiso, trabajo y esfuerzo, no con más problemas.
¿Se repetirá la historia? ¡El tiempo no para!

El descontento generalizado, impotencia, desilusión y frustración que experimentamos con una economía lenta, que genera empleos pero que no absorbe los necesarios para bajar el desempleo y la pobreza, es algo que también como nación ya vivimos.

Costa Rica Socialista 1.0 fue producto en parte de un escenario económico similar al actual, después de la Gran Depresión de 1930 se dio un largo periodo de estancamiento, algo muy parecido a lo que estamos viviendo hoy.

Hace apenas 5 años tuvimos que enfrentar la Gran Recesión, un golpe a la economía mundial mucho más fuerte que el de 1930, pero que gracias a una mejor compresión de la ciencia económica, tuvo menores efectos negativos.

El panorama económico actual variará poco en los próximos años, economías en recuperación serán la regla, y nosotros no escaparemos a eso, pero si a este entorno le agregamos un gobierno socialista, lo único que podremos esperar será un futuro aún más magro, perderemos nuevamente generaciones completas, generaciones víctimas de nuestra miopía política.

¡El tiempo no para!, no paró a esperarnos en los 50s y no lo hará ahora. Un claro ejemplo de esto es que las medidas que empezamos a implementar en los 80s fueron las mismas que en los 50s implementó Singapur, en la década de 1950 nuestras economías eran muy similares, hoy la diferencia entre nuestras economías lastima.

Fuente: Melvin Garita Mora (Costa Rica)