El cómputo oficial del Tribunal Supremo Electoral indica que al 99,49 por ciento de las actas escrutadas, la opción del No a la modificación constitucional alcanza el 51, 31 por ciento de los votos, 2,6 puntos porcentuales más que el Sí que tiene 48,69 por ciento informó esta noche la presidenta del TSE, Katia Uriona.

Uriona destacó que la institución ha respondido al compromiso asumido y ha avanzado “en el fortalecimiento de la democracia”.

“Concluimos con la satisfacción del deber cumplido”, sostuvo en conferencia de prensa.

El cómputo oficial de votos concluyó en algunos departamentos como Cochabamba, dónde el Sí se impuso con un 45,11 por ciento sobre el No que llegó al 44,89 por ciento.

Asimismo, en Oruro el Sí ganó con el 52,03 por ciento contra el 47,97 por ciento que consiguió el No.

En tanto que en Tarija, el No alcanzó el 60,16 por ciento de los votos frente al Sí que obtuvo el 39,84 por ciento.

A pesar de los datos brindados por Uriona, el TSE publicó en su página web una última actualización del cómputo al 99,72 por ciento.

El triunfo del No sobre el Sí es un rechazo a la propuesta del oficialismo de modificar un artículo de la Constitución para ampliar el número de mandatos presidenciales consecutivos permitidos de dos a tres.

El presidente, Evo Morales, y el Vicepresidente, Álvaro García Linera, pidieron apoyo a la propuesta con el propósito de postular otra vez en los comicios del 2019 para buscar un cuarto mandato consecutivo hasta el 2025. Ambos gobiernan Bolivia desde el 22 de enero de 2006, asumieron su segundo mandato en 2010 y el tercero en 2015.

En las últimas semanas la situación se complicó para el mandatario de 56 años, afectado por un escándalo de supuesto tráfico de influencias en favor de la empresa china CAMC Engineering Co., Ltd. (Camce), en la que su expareja Gabriela Zapata trabaja como gerente comercial.

La firma logró contratos públicos por unos 560 millones de dólares en Bolivia y el caso es investigado en el Congreso.

La imagen del jefe de Estado empezó a desgastarse progresivamente desde el año pasado, salpicada además por el escándalo del Fondo Indígena que involucra a decenas de líderes campesinos, algunos cercanos a él, investigados por un fraude de 2,5 millones de dólares.

Fuente: Los Tiempos (Bolivia)