Nunca faltan quienes pululan en torno a los mandatarios inflando egos de manera desmedida. El actual gobierno no es la excepción sino una confirmación acentuada de esa regla. Hay quienes convencieron a Ya-Saben-Quién de que daba la talla de líder mundial, ya fuera por un supuesto ascendiente sobre los indígenas de todo el globo o por su exportable prédica eco-pachamamista. Así que él se puso manos a la obra y comenzó a lanzar sus “ideas” sobre cómo “salvar al planeta” en cuanto foro internacional se le cruzó en el camino. Recientemente, en la Asamblea General de las Naciones Unidas propuso al mundo el lema “Planeta o muerte, venceremos”, en una suerte de revival seudo-ambientalista del guevarismo. También aprovechó la visita a la sede de la ONU para tratar de vender en el exterior su proyecto de ley “antirracismo”, procurando convencer a un público no muy informado sobre la situación interna de Bolivia de que él “está siendo discriminado”. Es la vieja estrategia del “victimario-víctima”, por la cual el agresor que se prepara a lanzar una ofensiva tiende una “cama” previa demonizando al objetivo de su ataque. Tal vez el caso histórico más notorio haya sido el de Adolf Hitler, quien satanizó a los judíos durante años antes de ordenar su persecución a escala masiva. Nuestro inefable presidente también dijo en Naciones Unidas que “La paz no se hace con bases militares ni con la proliferación de armamento”, bonitas palabras dirigidas contra la administración Obama pero que no concuerdan con su actos, ya que en la práctica ha instalado bases militares binacionales con Venezuela en el norte amazónico de Bolivia e impulsa un ambicioso programa armamentista con financiamiento ruso. De hecho, si el primer mandatario sigue apoyando a Mahmud Ahmadinejad en su aventura nuclear, que podría concluir en un peligroso conflicto internacional, el eslogan bien podría variar a “Planeta muerto, venceremos”.

La táctica del día después

El gobernador cruceño parece haber estrenado una nueva táctica política en las últimas semanas, consistente en realizar algunos cuestionamientos al presidente y al vice… luego de que éstos han abandonado Santa Cruz. En cambio, cuando los tiene frente a frente practica la diplomacia de la cerviz flexible y la sonrisa comedida. Así busca un precario equilibrio entre el propósito de postergar su inhabilitación con la necesidad de aplacar las crecientes voces críticas locales que hablan de un liderazgo agotado.

Fuente: EJU.TV (Bolivia)