Para emprender el proceso de mediación y/o negociación la sociedad civil debe estar representada a través de los estudiantes, obreros, indígenas, campesinos, periodistas, de las víctimas de la venta de nuestra soberanía, de la delincuencia, de la represión gubernamental, de las víctimas de la crisis económica, fiscal, moral y  ética.

No son los partidos políticos los  voceros de la inmensa masa de venezolanos que protestan en las calles; son los estudiantes, obreros, campesinos, periodistas, y todos los afectados por las políticas opresoras y empobrecedoras del gobierno.

El ingreso de Venezuela al proceso de la globalización que impuso el gobierno del Socialismo del Siglo XXI, no es más que la entrega a pedazos de la soberanía de nuestro país al mejor postor, todo ello al amparo de la Constitución Bolivariana y demás leyes y decretos. Vivimos la consecuencia de ello: mientras el gobierno empobrece a la mayoría de los venezolanos crea una burguesía estatal millonaria y cede nuestra biodiversidad y energía a los viejos y nuevos imperios, manteniendo las antiguas dependencias y creando nuevas.

La agenda de conversación con un gobierno represor, violador de los Derechos Humanos, anti-obrero, anti-indígena, anti-estudiantil, que nos ha llevado a una profunda crisis estructural económica, fiscal, ética, moral y ha hipotecado la soberanía de nuestra nación debe incluir necesariamente su rescate, el respeto de los Derechos Humanos, el desarme de los grupos civiles armados afectos al oficialismo y el cese de las políticas empobrecedoras que se aplican a todos los venezolanos.

Fuente: El Libertario (Argentina)