Los pitbull son los mejores perros de pelea, y las peleas de perro deben ser una de las más abominables prácticas que promueven los seres humanos. Ahí no hay reglas; los pitbulls no tienen miedo y están dispuestos a enfrentar a cualquier enemigo. ¿Qué tiene que ver esto con la política? Solemos escuchar declaraciones de parlamentarios y dirigentes del MAS referidas a la ‘re-relección’ del presidente, en las que desafían a los opositores a “no tenerle miedo” a Evo. De ahí lo de los pitbulls. El oficialismo está buscando ingenuos sin miedo que se muestren al público como muy machos o corajudos y que entren a un pleito electoral que no observe las reglas de la democracia, tal como ocurre en las peleas de perros.

El oficialismo ya desplegó su parafernalia: primero, desde el Senado elevaron la consulta acerca de la habilitación del presidente al Tribunal Constitucional. Luego, el propio presidente desahució la iniciativa senatorial, se declaró a sí mismo ‘habilitado’ y, sin esperar que el Tribunal Supremo Electoral decretara la apertura del tiempo electoral, se asumió en campaña. Las Bartolinas hicieron lo propio y están obligando a funcionarios públicos a actuar en consecuencia.

¿Será que el TSE se atreverá a negarle a Evo Morales la habilitación a una tercera candidatura? La estrategia del Gobierno/MAS está muy clara: el Tribunal tiene en sus manos una consulta y en la calle ya comenzó a moverse la poderosa organización oficialista. El MAS es una máquina electoral, pero también es una máquina de presión muy fuerte. Ya se escuchan voces que están convocando a “mantenerse alertas” para evitar que se vaya a impedir la candidatura de Morales.

Miro atrás y tengo presente el cerco al Congreso de octubre de 2008, cuando Evo Morales consolidó su relección en la ‘vigilia de Plaza Murillo’, y pienso que, en último caso, si acaso el TC decide actuar con la Constitución en la mano (la regla de la pelea), la opción del MAS será buscar la reforma constitucional para habilitar la re-relección por la vía del referéndum, bajo el mismo mecanismo. Nada que no hayamos visto antes, como para no advertir que este país no necesita pitbulls electorales, sino que la ley y la CPE se cumplan como debe ser.

Fuente: El Deber (Bolivia)