¡¡¡“Habemus Papam”!!!  Y la “fumata bianca” llegó cargada de milagros. Primer milagro: es americano. Segundo milagro: es jesuita. Tercer milagro: es argentino. Y este último milagro es el más difícil de creer. Jorge Mario Bergoglio, nuestro Bergoglio, es el Papa Francisco. La emoción es tanta que el entendimiento tarda en llegar.

Entre el anuncio del cardenal Protodiácono Jean Louis Touran, y el hecho de entender con la cabeza y sentir con el corazón, que sí, que era verdad, que el Papa Francisco era el argentino Bergoglio, aunque ahora sea universal, llevó unos largos segundos. Argentina tiene un Papa, y ¡qué Papa! Grandes cambios se vislumbran, pareciera que la Iglesia volverá al camino de Jesús. “No se dejen robar la esperanza”.(Papa Francisco)

Entonces se piensa en el increíble país que ha sido capaz de generar un ser tan excepcional como para que, teniendo tantas contras (la más importante es no pertenecer al círculo del Vaticano y además ser jesuita), sea elegido por más de 90 de los 114 cardenales (se descuenta que Begoglio no se votó) que formaban el cónclave. Argentina debe ser un país fuera de serie. Lo es.

Es tan extraordinario, en el verdadero sentido de la palabra, fuera de lo ordinario, que es capaz de producir un Papa y al mismo tiempo no tener moneda. Esta curiosa Argentina nuestra, la que hemos destruido entre todos, por acción directa o por omisión, ¡solemos estar tan distraídos con los escandaletes farandulescos!, que vendemos zapatillas en cuotas y casas al contado. Y nos parece normal.

Extraño país que permite que el canciller Timerman mientras defiende la argentinidad de nuestras islas Malvinas en Londres, las nombre como “islas británicas”. ¡Qué lapsus! Y siguiendo con las Malvinas, parece ser que el hombre fuerte de la AFIP las considera, como el canciller, británicas. Si un argentino gasta dinero con tarjeta en las “Falklands”, como en cualquier país extranjero, hay un recargo del 20%.  ¡Se dicen nacionalistas! *Shame on you!

En cuanto a milagros papales, dejando de lado a San Lorenzo, por propia confesión, sin que nadie le preguntara, Eduardo Duhalde contó que después de escuchar al Papa Francisco el día de su asunción, pensó que debía deponer enemistades, llamó a Menem, lo fue a visitar y se abrazaron. Dijo estar en paz. Luego le pidió al gobierno que reflexionara, que con odio y resentimiento no se llega a buen puerto. Y otro milagro más, ¡en tan pocos días!, fue la mini reunión de gabinete en Olivos, cuando el US$ llegó a $8,75.

En 10 años de gobierno K, nunca hubo algo parecido a una reunión de gabinete. Acá se juntaron Boudou, Axel Kicillof, Marcó del Pont, Lorenzino, la presidente y telefónicamente, Guillermo Moreno. Llegaron a la conclusión que el problema de la suba del US$ se debía a un intento de golpe de mercado de financistas y sojeros, ¡¡¡!!! La culpa siempre es del otro.

Primero, el US$ no sube, es el $ que baja. El US$ puede que esté en crisis en el mundo, pero acá la verdadera crisis es la del $. No hay intento de golpe que valga. Si el gasto público sube sin límites, la emisión es la única respuesta en un país que no tiene inversión genuina. Las máquinas de Ciccone se recalientan de tanto trabajar día y noche.

El gobierno, con una idea genial (probada 100 veces, 100 veces derrotada) pone un cepo al US$, para obligar a los argentinos a consumir, ya que la inflación no les permite ahorrar. Y entre la prohibición, que siempre es atractiva (de Eva en adelante), y la necesidad de preservar los pesos que se tengan, la gente compra US$ al precio que sea. Y no es un intento de golpe, es supervivencia, en eso los argentinos podemos dar clases magistrales.

Los genios económico/financieros del gobierno deciden poner + controles y + controles. El dólar, seguirá subiendo. Decía Einstein, “locura es pretender resultados diferentes haciendo siempre lo mismo”. Según Melconian “El cepo derrumbó la inversión, mató la economía, recortó el salario y el consumo”. Ese es un diagnóstico acertado. Pero nuestro líderes nac&pop, parten de un mal diagnóstico, por lo tanto usan los remedios inadecuados.

El resultado a corto plazo es la muerte del paciente. Una vez más el $ será a la economía argentina, (después de pasar por devaluaciones terribles), lo que Lázaro es al Evangelio, un resucitado. Y mientras, la gente, esa que dicen defender y para la que dicen gobernar, que se apriete el cinturón, porque los tiempos que vienen no van a ser fáciles. Aunque estemos acostumbrados a estos periódicos y populistas cimbronazos y nunca aprendamos nada de ellos.

Nadie invierte, nadie nos presta plata, los pocos negocios serios huyen del país. La minera Vale, brasileña, 2° en tamaño en el mundo, se quiere ir por “la inestabilidad económica y política de Argentina”.

Y aunque Borges, 5 premios Nobel, Máxima y ¡hasta el Papa Francisco! sean argentinos, el mal gobierno y la falta de moneda, pesan más. Es triste. Debiera ser un tiempo de orgullo y alegría, pero la ideología K se encarga de que no sea así.

P.D.: *El “shame on you” es sólo para demostrar que yo también puedo poner frasecitas en inglés.

Fuente: La caja de Pandora (Argentina)