Buscaban emular el cacerolazo y la manifestación opositora al gobierno de Cristina Kirchner que tuvo lugar en varias ciudades de Argentina el 13 de septiembre. Se habían instalado primero en las inmediaciones del Columbus Circle, a las 17 de ayer, y cuando supieron que Cristina Kirchner demoraba su llegada con entrevistas en la ONU, se animaron a golpear sus cacerolas en la misma puerta del hotel Mandarín Oriental, lo que para ese momento ya había generado la aparición de patrulleros.

Cristina y su equipo sabían todo. Por eso, a la Presidenta la entraron al hotel por una cochera secreta, después de terminar a las 19 su entrevista con el presidente de Egipto, Mohamed Morsi, en la ONU.

Cientos de argentinos se concentraron ayer en Nueva York y cantaron consignas contra la Presidenta y su gobierno. La convocatoria comenzó a circular por Internet entre los argentinos que residen en Estados Unidos. Se les sumaron algunos turistas. “Vinimos porque no nos gusta que nos priven de nuestras libertades y no aguantamos la inseguridad. Hoy mi mayor miedo es que mis hijas no vuelvan a la noche”, dijo Sergio, comerciante, de paso por la ciudad.

Había numerosas pancartas. Muchas jugaban con el nombre y apellido de la Presidenta para hablar de “Korrupción”. Unas chicas que trabajan aquí como diseñadoras gráficas crearon un dibujo gigante en una de las pancartas que representaba a la Estatua de la Libertad con una cacerola en la mano y una cuchara para golpear en el lugar de la antorcha.

“Kirchner, you ruined Argentina” (Kirchner arruinaste la Argentina), “Freeddom to speech” (Libertad de Expresión) decían algunos carteles escritos en inglés. Otros, “No a la reforma de la Constitución”. Así piensa Natalia Finchel, que se manifestó contra una salida de Cristina antes de terminar el mandato, pero también en contra de la re reelección. “Me gustaría estar acá para aplaudir a mi presidenta, pero no puedo hacerlo por la situación que se genera con cada una de sus declaraciones”, dijo.

Fuente: El Clarin (Argentina)

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