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Bolivia

Bolivia: Por treinta monedas de corcho – por Alejandro Brown

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En el mes de Santa Cruz, es muy probable que muchos estemos tristes por la lucha de un pueblo por lograr las autonomías como sistema de gobierno de bienestar para los ciudadanos, que fueron abandonadas por treinta monedas de corcho, las mismas que no servirán a quienes pensando que iban a salvar lo poco que les quedaba o que le dejarán tener lo que siempre tuvieron, hoy están disminuidos y un pueblo cuyos sueños hicieron aguas en el juego de la lucha por el poder y donde siempre pierden las mayorías y ganan las minorías y donde las elecciones sirven para contabilizar procesos electorales pero no para ejercer los derechos, estos últimos son de propiedad de unos cuantos y los muchos miran la jactancia de las minorías que disfrutan el mundo a costa de la lucha de esas mayorías quienes a nombre de los consensos y donde las traiciones solamente vienen de los de abajo mientras esos consensos solo sirven para el acomodo a rótulo de tensiones creativas.

En ese enredo aparece un felino muy pequeño digno de estudio siquiátrico, por la incapacidad de entender que solamente es un felino clinudo y pequeño, aunque se siga creyendo león, al igual que un anciano hecho al loco, pensando que aún sigue gustando al pueblo las actividades particulares que desarrolla y que ha abandonado las aspiraciones del municipio que lo colocaron a él y ahora sálvense quien pueda, estos personajes nos lleva a preguntarnos, ¿con cuál de los bandos se irán?

Con Tensionador Jacobino o con Matonsísimo Kid, pues no sabemos todavía con cual se identifican, lo cierto es que hay señales que nos llevan a concluir que en lo global se pintan de azul, y que en cualquier momento como el camaleón cambia de color según la ocasión, tomarán el tono como sus intereses.

La máquina del tiempo que descubrimos en el oriente debería ser sujeto de análisis de la prensa científica internacional. ¿Por qué? Pues si miramos con detalle qué tiene el oriente para sí, qué queda de la lucha de Andrés Ibáñez, qué competencia se ejerce desde la región, qué le deja el gobierno del MAS para su desarrollo, se podrá comparar la situación actual con la primera mitad del siglo pasado, quien o quienes de lo cruceño participa del manejo actual del poder, un ministro de gobierno que se hizo con los grupos indígenas a los cuales persigue, un ex ministro de las épocas de Goni, que les acomoda basura, parque, jardines y pavimento, los capangas de fraternidades, eliminando cualquier resabio de resistencia.

La máquina del tiempo la inventó el MAS y la trajo a Santa Cruz, bienvenidos al viaje 100 años atrás, no por nada tenemos eventos y escenarios muy similares a los años del 1952, es irrebatible, con diferentes actores y diferentes métodos de acuerdo a la época, movilización del rencor y resentimiento indígena contra las ciudades, alejar del poder al oriente y violencia a través de cercos con ayuda de cruceños que se deshacen por hacer la corte a la naturaleza centralista del gobierno.

Aunque ya es evidente que la ciudadanía no acepta una corporación de carteles narcotraficantes como gobierno, el exceso de egoísmo de los representativos de siempre en la oposición hace que este modelo de gobierno tenga todavía algunos años por delante, hacemos un voto sincero para que sea elaborado un proceso que respetando la decisión de la ciudadanía que quiere legítimamente otro tipo de gobierno, interpretando de manera adecuada los deseos del pueblo proponga un único y fuerte candidato de la oposición.

El síndrome de la rana cocida

Si usted arroja una rana viva a una cazuela con agua hirviendo, la rana con toda seguridad se salvará, pues ante la sensación abrasadora del agua hirviendo, el batracio se impulsará sobre el agua en centésimas de segundo y saltará fuera de la cazuela humeante.

Pero existe una pequeña variante del experimento. Meta la misma rana en la misma cazuela, sólo que esta vez llena de agua fría. La rana se sentirá cómoda en su elemento, y no saltará. Luego caliente paulatinamente el agua, y verá como la rana termina su vida cociéndose sin que apenas se entere.

¿Qué ha pasado? Simplemente que en el segundo experimento la rana no detecta los pequeños cambios paulatinos, sino que percibe una agradable tibieza que termina llevándole a la muerte, pues cuando quiere reaccionar ya es tarde, bien porque carece de fuerzas, bien porque no encuentra la base necesaria para apoyar un enérgico salto o simplemente porque carece ya de la voluntad de salvarse.

El riesgo de mantenerse al margen de cualquier acción de resistencia es el que la ciudadanía termina sin casas o cualquier tipo de propiedad privada, con los hijos adoctrinados por el estado, y en país que desde el exterior sea visto como un cartel de narcotráfico.

Pueblo querido: despierta, que están cocinando tus derechos y lo que nos pasó a nosotros, quienes tomamos el camino del exilio, es posible que seas tú o cualquiera de tus seres queridos quienes transiten este camino triste de ausencia y expatriación.

* Alejandro Brown es un perseguido político.

Fuente: EJU.TV (Bolivia)

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