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Argentina

Argentina: Hacia la Tiranía – por Carlos E. Viana

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“El pueblo debe defender las Leyes, como a sus murallas”. Heráclito

En Argentina, la democracia está en coma terminal. Ya la Presidente no oculta sus intenciones y amenaza públicamente a quienes osan oponérsele. Dijo que deben tenerle miedo y se ha engreído de su fatídica ley de medios, afirmando que ya van ver después del 7 de diciembre cuando la misma entre en vigencia. Es una política paulatina de terror que ya utilizaron los montoneros en la década de los 70s, cuando amedrentaron hasta al congreso nacional con sus asesinatos. Tiene la actual dictadora, una mayoría adicta en las dos cámaras del congreso que ejecutan sumisamente sus órdenes, una corte suprema servil, que avala vergonzosamente los decretos y leyes constitucionales, que ponen en riesgo la libertad y los bienes de los argentinos. En otras palabras tiene la suma del poder público y ahora quiere consumarla legalmente con la reforma de la Constitución, que anule el capítulo de las libertades derechos y garantías, que deberían proteger a todos los habitantes de la República, del poder del estado y de los grupos violentos. Es decir, quiere eliminar la Constitución.

La Constitución debe ser el límite, que quienes amamos la libertad, debemos oponerle a esta sombría tiranía que se cierne obscuramente sobre esta democracia en coma.

Dictadura y anarquía

Este subtitulo parece contradictorio, pero ya los griegos le llamaban demagogia, como una degeneración de la democracia. Un “gogos”, líder, permitía la anarquía mientras utilizaba a esta para reprimir a sus adversarios. Actualmente hay quienes denominan a este régimen populismo. Estos regímenes son la antesala de la tiranía.

Lo que tenemos ahora en Argentina es esta demagogia populista. Con un llamado garantismo, que aquí significa impunidad para delincuentes, corruptos, narcotraficantes y terroristas, mientras que estos asolan las libertades de los ciudadanos honestos. Ya hubo más de 35.000 asesinados en este periodo llamado democrático, para ellos y sus familias la democracia no existió y la libertad fue solo una palabra siniestramente sin sentido. Para colmo ahora quieren reformar el código penal reduciendo las penas. Para los 1.600 presos políticos tampoco existe la democracia, en una venganza cruel y sádica, los mantienen en prisión con una parodia de juicios que violan sistemáticamente los derechos y garantías de la Constitución Nacional, especialmente el artículo 18, pero además el Pacto de San José de Costa Rica y el Estatuto de Roma. Para ellos tampoco existe la democracia. Mientras el gobierno persigue a quienes sin ser opositores, dan declaraciones sobre la creciente inflación o sobre los problemas del mercado.

Indirectamente el gobierno utiliza a jueces atemorizados o cómplices para perseguir a quienes osan hacer declaraciones que lo contradigan. La AFIP es usada para persecuciones indirectas. Hasta el Banco Central tiene ahora atribuciones penales que solo le corresponderían a los jueces.

La inmoralidad

La Madre Teresa de Calcuta que dio testimonio de la verdad, dedicando su vida santamente a la ayuda de los más pobres, declaró hace unos años, que la peor inmoralidad del Siglo XX era el aborto, porque implicaba el asesinato de un hijo por su madre, es decir es la violación del amor más sagrado que existe sobre la Tierra fuera del amor a Dios. El gobierno y sus jueces autorizan este crimen sobre los seres más inocentes y pretenden por otro lado ser los líderes en derechos humanos. Ahora quieren legislar contra la familia, la célula básica de la sociedad y la Presidente se ha referido irrespetuosamente al Espíritu Santo durante un reto que les dio a los empleados de Aerolíneas.

Todo esto es un ataque a la autoridad moral de la Iglesia, porque la Presidente y sus acólitos son celosos de la autoridad moral de esta institución milenaria. Para ellos por otra parte no hay otro Dios que la Presidenta, que pretende que la teman como a El. Destruyendo la moral y la autoridad de la Iglesia que hace llamados contra la corrupción y la miseria que esta provoca. No es comprensible hablando de moral, que un joven de 16 años pueda votar, pero que sea impune a la comisión de varios asesinatos. El otro aspecto inmoral es la educación de niños y jóvenes en cuestiones sexuales que les corresponde a sus padres, lo mismo que la educación política e ideológica que pretende darle La Cámpora. La autoridad moral es vista como una amenaza para el poder de la Presidente.

La reforma constitucional

Ahora ya va en vías de usar la violencia directa, con la creación del “Vatayón Militante”, La Cámpora y organizaciones filoguerrilleras como Tupac. Para utilizar a estas últimas y a las fuerzas de seguridad abiertamente, quiere la Presidente la reforma constitucional, ya no tolera ninguna traba legal y desea fervientemente eternizarse en el poder. Lo que estos adictos al gobierno llaman derechos burgueses como el derecho de propiedad o la libertad de prensa, son las libertades que hicieron posibles las democracias, porque sin libertad no hay democracia. Cuando dicen que la comunicación pública debe ser declarada de utilidad pública, lo que en realidad están expresando es que desean controlar toda expresión pública y extender el código penal contra ella. La reforma constitucional sería el broche final para pasar del populismo demagógico a la tiranía.

La oposición

Se critica constantemente a la oposición, pero no se ha observado un hecho importantísimo.

¿Cuál es? La oposición es más de lo mismo. El radicalismo estuvo de acuerdo con la expropiación de Aerolíneas Argentinas y durante el gobierno de Alfonsín dio esta empresa tantas perdidas como da ahora, con aviones sin volar, puestos políticos y malísima administración. Lo mismo opinó el socialismo y este en cuanto a las retenciones agropecuarias, propuso por medio de su Senador Giustiniani, que el fatídico proyecto de la 125 debería ser para recaudación de las provincias y por eso no lo voto. Demás está decir que el Presidente Alfonsín ya había puesto retenciones agropecuarias, lo mismo que el Presidente Duhalde, uno de los gestores del peronismo federal. La expropiación de las AFJP, las aprobaron los radicales, proyecto sur, los socialistas. Macri dijo que se oponía a la estatización de la mayoría accionaria de YPF, pero termino contradiciéndose, afirmando que él no volvería a privatizarla y ahora su propio gobierno aprueba el aborto. Pino Solanas tuvo que hacer magia para explicar lo incomprensible del voto de su bancada a favor de la expropiación de Ciccone Calcográfica, para salvar al gobierno. Cuando el gobierno propone un nuevo impuesto todos proponen que en vez de cobrárselo a un sector lo hagan con otro. De bajar el gasto público que está asfixiando a la Nación, nadie se acuerda. Hasta están contra el liberalismo, olvidándose que este término viene de libertad. De Narváez declaró enfáticamente junto a Ricardo Alfonsín que el aprobaba la política de “derechos humanos” de Raúl Alfonsín y de Néstor Kirchner, por supuesto que ambos se olvidaron del ataque terrorista, que tuvo un saldo de más de 50 chicos y 2.000 argentinos asesinados e ignoraron olímpicamente la violación sistemática del artículo 18 de la Constitución Nacional. Ricardo Gil Lavedra (UCR) defendió al Juez Zaffaroni cuando se descubrió que este ministro de la suprema corte, tenía alquilado seis departamentos a prostíbulos. Pero uno de los aspectos más graves, preanuncio de la tarea ideológica de La Cámpora, es la educación de los niños y jóvenes, apoyada por la oposición”, haciendo la apología de los terroristas, que entrenados y financiados por una potencia extranjera atacaron al pueblo argentino en una guerra que se llamó fría pero que aquí fue sangrienta. Estas intervenciones en la educación de los niños es un aspecto que nos dice que se está avanzando no solo hacia una tiranía, sino hacia una tiranía totalitaria.

Con respecto a la reforma constitucional, algunos han salido tímidamente a oponerse, sin denunciar con firmeza que es el paso final hacia la tiranía.

En definitiva, esto que llamamos oposición no es tal, porque se identifican total o parcialmente con este gobierno, es decir con el estatismo. Le tienen terror a la libertad y amor a las regulaciones. Ellos también coinciden con este gobierno en la permisión con los delincuentes, los terroristas y la aplicación de la ley para proteger a los ciudadanos es mal vista. Este temor a la libertad es lo que ha hecho que una Nación, que en 1943 fue la séptima potencia del mundo, la primera de Hispanoamérica y rival de los Estados Unidos, ahora este en el lugar 80mo en el mundo. La oposición debe ser distinta que esta opresión disimulada con el nombre mal aplicado de democracia. Si no optamos por una propuesta distinta, continuaremos como decía Jorge Santayana, repitiendo el pasado con otra tiranía. La última trinchera que debe defenderse a vida o muerte es la Constitución, que la misma oposición ha permitido que se viole. Una verdadera oposición siguiendo la tradición de mayo de 1810, debe preguntarle al pueblo Argentino: “¿Por que no ensayar la libertad?”.

Fuente: Informador Publico (Argentina)

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