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Bolivia

Bolivia: Las autonosuyas del MAS – por Carlos Dabdoub Arrien

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Evo_ChavezCuando Santa Cruz reclamó un régimen autonómico para Bolivia, lo planteó como un ‘proyecto nacional’ para acabar con el centralismo estatal, elegir a sus propias autoridades (concluir con el dedazo intervencionista presidencial), manejar recursos, dictar normas para aplicar políticas públicas y alcanzar mejor bienestar en cada departamento autónomo. Sus principios son la unidad del país, solidaridad, voluntariedad y gradualidad, subsidiaridad, eficiencia y control social.

Sin embargo, Evo Morales optó por enfrentarse a este movimiento social genuinamente democrático. Es comprensible, porque al proyectar el MAS un estado concentrador, autoritario y acaparador de los poderes públicos, era obvio que la autonomía como instrumento de mayor participación democrática, sería proporcionalmente inversa al despropósito de pretender construir un gobierno despótico en cualquier momento y lugar.

Sabemos que el tema de las autonomías será pieza central del debate nacional en la próxima campaña electoral. La intención del MAS de disfrazarse de autonomistas -sobre todo los fines de semana-, tuvo la torpe iniciativa de hacer creer que la nueva constitución expresaba ese sentimiento de la gente. Para ello, inventaron cinco tipos de autonomías. Una fórmula típicamente boliviana, como diciendo ‘café para todos’, sin importar la unidad del país.

Recientemente se abrió otro capítulo de esta novela que podría llamarse ‘Las Autonosuyas’, tomado del libro de Fernando Vizcaíno Casas (1981), que se refiere a la autonomía con sabor a sátira. Su historia nos traslada hasta un pueblo llamado Rebollar de la Mata, donde se inventan un nuevo idioma oficial, el “farfullo”, para tener el derecho de constituir una comunidad autonómica.

En el caso indígena, cómo entender la ‘autonosuya masista’ si: 1) el Fondo de Desarrollo Indígena, derivado de una coparticipación del 5% del IDH, acumuló desde 2005 (antes del gobierno Morales) más de $us. 135 millones, monto que todavía no se ha desembolsado. 2) Prometieron un diputado por cada una de las 36 naciones indígenas, luego bajaron a 24 y terminaron otorgando apenas 7 curules. 3) La Constitución habla de un gabinete ministerial plurinacional y sólo tiene representantes de ONG’s. En consecuencia, ¿dónde está el compromiso con la autonomía indígena?

En cambio Santa Cruz: 1) Firmó un Pacto de unidad con los 5 pueblos originarios nativos del departamento (julio de 2007). 2) Éstos ya forman parte de la Asamblea Legislativa Departamental según nuestro Estatuto, ya reconocido en la reciente ley electoral. 3) La Gobernación cruceña maneja una Agenda Indígena de Desarrollo y 4) existe un Fondo para estos pueblos, proveniente del 10% de todas las regalías, (unos Bs. 12 millones anuales), sin contar los tendidos eléctricos, pozos de agua potable y caminos estables ejecutados en sus comunidades, además de un plan de Viviendas en Cordillera, sumando en total decenas de millones de bolivianos. El gobierno busca marginar a los indígenas, por el contrario, Santa Cruz desea su inclusión con ciudadanía plena. Esta es la autonomía que reclama Bolivia, no las ‘autonosuyas masistas’.

Fuente: El Deber

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