// you’re reading...

Argentina

Argentina: Hugo Chávez 0 – Gauchito Gil 1 – por Enrique Guillermo Avogadro

Compartir esta publicación:

“Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana”. Tho­mas Fuller

El Pre­si­dente vene­zo­lano anun­ció, días atrás, el des­cu­bri­miento de un com­plot esta­dou­ni­dense para agre­dir, con cán­ce­res de dis­tinta índole, a los líde­res lati­noa­me­ri­ca­nos afi­nes con su “socia­lismo del siglo XXI”. Que metiera en esa bolsa a Lugo y, sobre todo, a Dilma Rous­seff, habla a las cla­ras del nivel de inte­li­gen­cia del ya casi sim­pá­tico papa­gayo caribeño.

Sin embargo, al menos en tie­rras argen­ti­nas, nues­tro santo local, el Gau­chito Gil, que hoy es cele­brado, pudo más que don Hugo y con­si­guió el mila­gro más ines­pe­rado: doña Cris­tina no tiene, ni tuvo, esa des­agra­da­ble enfer­me­dad y, por el con­tra­rio, goza de una envi­dia­ble buena salud. Lamen­ta­ble­mente, tam­bién con­vir­tió a nues­tra cien­cia médica en el haz­me­rreir del mundo entero.

Nada ni nadie podrá cri­ti­car, en mi pre­sen­cia, al sis­tema de comu­ni­ca­ción de la Casa Rosada. Los trá­gi­cos anun­cios y los con­fu­sos par­tes médi­cos, tan aplau­di­dos hace pocos días por resul­tar una valiosa modi­fi­ca­ción en la tra­di­cio­nal des­in­for­ma­ción guber­na­men­tal, se han reve­lado como lo que, en ver­dad, fue­ron: una cor­tina de humo des­ti­nada, con éxito, a ocul­tar las fabu­lo­sas ope­ra­cio­nes inmo­bi­lia­rias de la señora Pre­si­dente y los ajus­tes nacio­nal y pro­vin­cia­les y a mojar, tran­si­to­ria­mente, la pól­vora a los líde­res gre­mia­les de toda índole.

Tam­bién puso en blanco y negro una sos­pe­cha gene­ra­li­zada: la bru­tal lucha por el poder interno en el cristi-kirchnerismo que, a par­tir de ahora, ya no aban­do­nará las pági­nas de los dia­rios, se trate de los san­ta­cru­ce­ños, de los rio­ne­gri­nos, de los cor­do­be­ses o de los bonae­ren­ses. El pobre don Daniel Scioli seguirá sufriendo los emba­tes de su Vice­go­ber­na­dor -¿no llama la aten­ción que lo cri­ti­cado en Cobos se aplauda en don Mariotto?-, y el soli­ta­rio don Peralta deberá hacer mala­ba­res para que la dupla Máximo-Ulloa no lo expulse de Río Gallegos.

Más allá de las ren­ci­llas entre La Cám­pora -¡cada vez fun­ciona mejor como agen­cia de colo­ca­cio­nes, con altas remu­ne­ra­cio­nes!- y los apa­ra­tos loca­les del ex PJ, que tan útiles le resul­ta­ron a don Nés­tor (q. e.p. d.) para cons­truir su fan­tás­tica maqui­na­ria de poder, me parece que la dura y pura reali­dad, ale­tar­gada por un breve lapso por la mag­ni­fi­cada inter­na­ción y ciru­gía de doña Cris­tina, ha comen­zado a mos­trar su peor rostro.

En mate­ria de ingre­sos fis­ca­les, La Niña se ha trans­for­mado en un ver­da­dero ciclón en con­tra del “modelo”. Si las pre­vi­sio­nes que hoy mane­jan todos los exper­tos en mate­ria agro­pe­cua­ria se con­cre­tan, el des­censo en el volu­men de las cose­chas impli­cará una dis­mi­nu­ción muy grave de recur­sos, en un año que éstos se vol­ve­rán un bien muy escaso.

El espanto frente al Ajuste, con mayús­cula, ins­tru­men­tado por el Gobierno pero enmas­ca­rado tras la “sin­to­nía fina”, la “reasig­na­ción de recur­sos”, y las “natu­ra­les ten­sio­nes pro­ducto del cre­ci­miento”, ha hecho que se jun­ten don Hugo Camión, don Luis Barrio­nuevo, la CTA de Micheli, Barrios de Pie (los pique­te­ros desilu­sio­na­dos con los K), los rura­lis­tas de Vene­gas y ATE.

Con la mirada fija en qué suce­día den­tro de los muros del Hos­pi­tal Aus­tral, pasó casi desa­per­ci­bida –salvo para sus direc­tos des­ti­na­ta­rios– la men­ción a la “revi­sión” a la que serán some­ti­dos los suel­dos de los emplea­dos públi­cos. Don Piu­mato, fun­cio­nal ade­más a la estra­te­gia de don Hugo Camión frente a la Casa Rosada, ya cruzó al Gobierno diciendo que éste pre­tende “demo­ni­zar” esos sala­rios. Enton­ces, sólo falta saber cuándo el ofi­cia­lista don Andrés Rodri­guez, enri­que­cido líder de UPCN, pre­sio­nado por sus bases, se verá for­zado a pre­sen­tar su pedido de incor­po­ra­ción al club de resistentes.

La viuda de Kir­ch­ner está con­ven­cida –pese a las ense­ñan­zas de la his­to­ria– de que logrará tor­cerle el brazo a los caci­ques gre­mia­les, y obli­gar­los a acep­tar ajus­tes meno­res que impli­quen un mar­cado dete­rioro frente a la infla­ción que, día a día, devora pla­nes socia­les y sala­rios. En Madrid se puso de moda, con los indig­na­dos de Puerta del Sol, un dicho que pronto podría ser escu­chado en estas tie­rras: “cada vez queda más mes cuando se acaba el sueldo” y las amas de casa pue­den expli­car, con más cla­ri­dad que cual­quier Indec o medi­ción pri­vada, qué sig­ni­fica el índice de las góndolas.

El mes de febrero, con la obli­gada pari­ta­ria de los docen­tes, traerá los pri­me­ros cim­bro­na­zos a nivel nacio­nal en mate­ria de puja por­que, a pesar de que la Nación nego­cia no debe afron­tar sala­rio alguno en la acti­vi­dad, las arcas pro­vin­cia­les, que son las que debe­rán pagar los aumen­tos, están abso­lu­ta­mente exhaus­tas. Y, en marzo, el pro­blema se expan­dirá al resto de los sin­di­ca­tos, que segu­ra­mente con­fir­ma­rán la frase que enca­beza esta nota.

Cons­ciente de la falta de recur­sos gene­ra­li­zada por el ago­ta­miento de las cajas habi­tua­les, pero obli­gado a gas­tar cada vez más para impor­tar todo tipo de com­bus­ti­bles y para man­te­ner sue­ños idio­tas como Aero­lí­neas Argen­ti­nas, el Gobierno ha des­car­gado un bru­tal impues­tazo sobre una pobla­ción que ya sufre una des­ma­drada pre­sión fis­cal, en pago de ser­vi­cios públi­cos cada vez peo­res, mien­tras que, con­tem­po­rá­nea­mente, se niega a aumen­tar el nivel del mínimo no impo­ni­ble en el impuesto a las ganan­cias, que se ha cons­ti­tuido en un ver­da­dero dislate.

Para verlo con cla­ri­dad basta con refle­xio­nar acerca de la apli­ca­ción del cargo por impor­ta­ción de gas, que se ha deci­dido pro­rra­tear entre todos los meses del año, para evi­tar que su con­cen­tra­ción en el invierno dis­pare el monto de las fac­tu­ras hasta cifras impen­sa­bles y, sobre todo, impagables.

Es por eso que, pre­sumo, el humor social que tan alto man­tiene hoy la ima­gen pre­si­den­cial, cam­biará de direc­ción, como ha suce­dido en todos aque­llos paí­ses y todos aque­llos momen­tos en que la eco­no­mía deja de aca­ri­ciar los sue­ños de los ciu­da­da­nos y comienza a aniquilarlos.

El cristi-kirchnerismo, espe­cial­mente en mate­ria ener­gé­tica, ha come­tido todos los crí­me­nes posi­bles con­tra la eco­no­mía, pre­ten­diendo trans­for­mar sus inmu­ta­bles leyes a fuerza de dis­cur­sos y relatos.

El año 2012, con su ate­rra­dora carga de pro­ble­mas, inter­nos y exter­nos, nos hará com­pren­der a todos el tamaño de la opor­tu­ni­dad que don Nés­tor (q. e.p. d.) y doña Cris­tina dolo­sa­mente des­per­di­cia­ron –con el único pro­pó­sito de con­cen­trar los recur­sos para gene­rar poder– para inver­tir en infra­es­truc­tura, ampliar la explo­ra­ción y la pro­duc­ción de hidro­car­bu­ros, mejo­rar la red cami­nera, recrear los ferro­ca­rri­les, cons­truir hos­pi­ta­les, escue­las y vivien­das, dotar al país de las inver­sio­nes extran­je­ras indis­pen­sa­bles para su ver­da­dero desa­rro­llo, ampliar la capa­ci­dad de gene­ra­ción de ener­gía, y tan­tos otros temas que, cuando se juz­gue sus ges­tio­nes, les aca­rrea­rán segu­ros apla­zos, salvo que, ade­más, Dios y la Patria, final­mente, se deci­dan a demandarlos.

Quie­nes han seguido mis notas segu­ra­mente recor­da­rán el pro­nós­tico más erró­neo que for­mu­lara desde que comen­zara a ana­li­zar la reali­dad argen­tina y sus curio­si­da­des. Me refiero, obvia­mente, a la nota que titulé “No se pre­sen­tará”, publi­cada el 14 de marzo de 2011.

Esa columna, amén de cos­tarme una burrada en mate­ria de apues­tas per­di­das, con­te­nía las razo­nes por las cua­les, a mi cri­te­rio, doña Cris­tina deci­di­ría dar un paso al cos­tado y pasar a dis­fru­tar de los dine­ros que su socie­dad con­yu­gal le había pro­por­cio­nado. En el aná­li­sis estric­ta­mente polí­tico, es claro que me equi­vo­qué fiero.

Sin embargo, las razo­nes eco­nó­mi­cas que des­cribí enton­ces como impul­so­ras de la ima­gi­nada deci­sión de doña Cris­tina se han visto con­fir­ma­das por la impla­ca­ble reali­dad, y hoy se ven agra­va­das por la cri­sis externa y por la sequía. La pobreza está entrando por la puerta de la casa argen­tina; ¿qué suce­derá con el amor?

Fuente: La Historia Paralela (Argentina)

(Total: 343 - Today: 1 )

Discussion

No comments for “Argentina: Hugo Chávez 0 – Gauchito Gil 1 – por Enrique Guillermo Avogadro”

Post a comment

Connect to HACER.ORG

FB Group

RECOMMENDED BOOKS

Support HACER today!

HACER is a tax-exempt organization under Section 501 (c)(3) of the Internal Revenue Code, our supporters will find their donations to be tax-deductible. Donate online now!